El candidato socialista a la presidencia de la Generalitat, Salvador Illa, ha asegurado este miércoles que se ve con opciones de ser presidente de Cataluña porque el presidenciable de ERC, Pere Aragonès, lleva dos investiduras fallidas: «Viendo que él no lo consigue, lo normal sería que diese un paso al lado y apoye y deje gobernar a quien ganó.»
En una entrevista en elDiario.es, Illa ha descartado también permitir la investidura de Aragonès para evitar una eventual repetición electoral: «Lo que tiene que hacer Aragonès es permitir que yo sea investido porque fui yo quien gané las elecciones.»
Asimismo, el líder socialista ha enfatizado que la vía independentista está «muerta» y en un «callejón sin salida». Por este motivo, ha dicho que, frente a la mayoría independentista, sólo existe la opción de una mayoría de izquierdas que, según él, «es la que debería acabar imponiéndose para abrir una nueva etapa que yo me veo con fuerzas para liderar». En este sentido, ha subrayado que incluye a ERC en esta opción porque «ellos se autodefinen de izquierdas». No obstante, ha querido dejar claro que la fórmula de ejecutivo que quisiera es del PSC con los comunes porque es la «idónea en estos momentos».
Además, ha pedido, una vez más, poder presentarse como candidato en un debate de investidura: «Lo que reclamo es que a quien ha ganado las elecciones se le permita intentar una investidura. Algo tan sencillo como eso.»
Por otro lado, Illa no se ha definido sobre la posibilidad de que el gobierno central indulte a los dirigentes independentistas presos: «Lo que he dicho es que el Gobierno tiene la obligación de tramitar los indultos, cosa que está haciendo, y que hasta que no estén todos los informes preceptivos no me pronunciaré.»
Preguntado por si tener líderes políticos en prisión dificulta su propósito de pasar página, el candidato socialista ha dicho que «lo que complica es que no se respetara el Estado de Derecho».
Sobre la situación judicial de Carles Puigdemont, Illa ha asegurado que «tocaría extraditarlo» porque «todo el mundo debe rendir cuentas de las acciones que decide llevar a cabo».
