ERC y la CUP tienen la última palabra sobre la sustitución de Jaume Alonso-Cuevillas como secretario segundo de la Mesa del Parlamento de Cataluña, anunciada por Junts este fin de semana después de que Cuevillas cuestionara la desobediencia.
La sustitución del secretario segundo depende del pleno y sólo podrá salir adelante, así pues, si los otros partidos independentistas de la cámara, con los que Junts no consiguió recientemente cerrar un acuerdo de investidura, dan el visto bueno.
Después de que Junts anunciara que propone como nueva secretaria segunda a Aurora Madaula, diputada y también dirigente del Consell per la República, como una figura de consenso entre la presidenta de la cámara, Laura Borràs, y los máximos dirigentes de Junts, Carles Puigdemont y Jordi Sánchez, En Comú Podem, que se quedó fuera de una Mesa donde el independentismo está sobrerrepresentado, ha planteado el nombre de Lucas Ferro.
En concreto, en una entrevista en Vilaweb, Cuevillas consideró una «barbaridad» tramitar una «resolución que no lleva a ninguna parte», en referencia a la posibilidad de desobedecer desde la Mesa de la cámara al Tribunal Constitucional tramitando resoluciones sobre la autodeterminación, como se había hecho anteriormente. Posteriormente, añadió que quiere una confrontación «inteligente» con el Estado, «y no meramente simbólica», y que fue «imprudente» usar la expresión «barbaridad».
La negociación
El asunto de Cuevillas ha saltado en plena cuenta atrás para cerrar un acuerdo de gobierno antes de que se agote el plazo legal y se convoquen elecciones automáticamente. ERC, en espera de tratar el relevo con Junts, se prevé que se pronuncia sobre la cuestión en las próximas horas. La CUP, por boca de la diputada Eulalia Reguant, afirmó que las relaciones entre ERC y Junts son peores que durante la anterior legislatura, y ha considerado que Junts quiere «ganar en los despachos lo que perdió en las urnas», en referencia a que ha dejado de ser el primer partido del independentismo.
