Como ya es tradicional en Ciudadanos, el candidato a presidir la Generalitat comparte protagonismo mediático con la líder de su formación. Carlos Carrizosa aparece fotografiado con Inés Arrimadas, del mismo modo que en diciembre de 2017 esta hacía tándem publicitario con Albert Rivera. Incluso, el protagonismo en los mítines es para Arrimadas y no para Carrizosa.
Carrizosa fue proclamado candidato el verano pasado después de que Arrimadas decidiera que Lorena Roldán no era un activo lo suficientemente valioso. Roldán, por su parte, ha pasado a engrosar la candidatura del PP catalán, que encabeza Alejandro Fernández.
Llegados al inicio de la campaña electoral, Ciudadanos sorprendió con unos carteles en los que ciudadanos anónimos pedían que los abrazaran. Buscaban un efecto similar al de la primera vez que Ciudadanos se presentó y su cartel era protagonizado por un joven Albert Rivera desnudo.
Pero el partido naranja ha tenido que retirar a toda prisa toda la cartelería, ya que había comprado las fotografías de un catálogo donde se prohibía hacer uso de las imágenes en campañas políticas.
Del «vota abrazos» se ha pasado a un cartel más convencional, en el que Carrizosa y Arrimadas comparten protagonismo y el lema es mucho más clásico: «Para que todos ganemos».
Carrizosa es el cabeza de cartel con la valoración más baja de los catalanes. En la última encuesta del Centros de Estudios de Opinión (CEO) recibe un 2,46, incluso por debajo de la cabeza de cartel de Vox, Ignacio Garriga, que le supera en unas décimas, ya que obtiene un 2, 7. En cuanto a quien es más conocido, mientras que a Garriga lo conoce poca gente (25,3%), Carrizosa es bastante conocido: el 63% de los encuestados asegura que sabe quién es.
Todas las encuestas pronostican un desplome del apoyo electoral de Ciudadanos, la formación que en diciembre de 2017 capitalizó el voto contrario a la independencia y ganó las elecciones. Ahora, sin embargo, el electorado parece que ha dejado de confiar en un partido que en diciembre de 2017 no quiso presentar al Parlamento catalán a Arrimadas como candidata a presidir la Generalitat y, a continuación, envió a su líder catalana de entonces al Congreso, donde ha acabado sustituyendo a Rivera, su gran valedor.
