El sistema sanitario catalán está a punto del colapso y la última normativa de la Generalitat, respecto a las actuaciones previstas en caso de infección por Covid, no ha hecho más que encender la mecha de un polvorín que será difícil de controlar. Sin recursos, sin profesionales para cubrir las bajas y continuamente menospreciados por la Generalitat, el sistema sanitario ya no puede más y el golpe de gracia ha llegado en forma de protocolo: Si un miembro del personal sanitario ha mantenido contacte estrechado con una persona con covid-19, ya no puede aislarse de manera preventiva durante diez días, sino que se tiene que someter a diferentes PCR, el primer día, el cuarto y el décimo, mientras continúa a su puesto de trabajo.
Este protocolo es un despropósito, asegura Àngels Rodríguez, representando de la federación de sanidad de Comisiones Obreras. Rodríguez afirma que "el protocolo es absurdo, si estás en cualquier empresa y hay un positivo estrecho te aíslan durante diez días, pero en sanidad, que estamos trabajando estrechamente 8 o 10 horas y estamos con pacientes, nos hacen un PCR y ya está, continúas trabajando. Si esto es tan bueno como dicen desde el departamento, por qué no aplican a todo el mundo? Están jugando con nuestra salud y la de los pacientes. No todo se vale".
Este nuevo protocolo ha encendido los ánimos de una malograda sanidad que arrastra un déficit de personal y recursos que no se han paliado con el aumento de presupuesto, anunciado a bombo y platillo por la Generalitat, como asegura Rodríguez: "Se han llenado la boca diciendo que han aumentado la cartera de servicios y que incluso han aumentado el personal, pero miras los números y el presupuesto del Departamento de Salud, de este año, todavía es inferior al de 2012".
La segunda ola del coronavirus evidencia que las medidas de la Generalitat durante el primer gran brote de la pandemia no fueron más que un parche para tapar los agujeros de unos recortes que han dejado en los huesos a la sanidad catalana. Entre otros, carece personal sanitario para poder hacer frente a las bajas y la misma sanidad ha entrado en un mercadeo propio del capitalismo más salvaje, como afirma Àngels Rodríguez: "Las clínicas privadas están contratando enfermeras con unas condiciones que la pública no puede asumir o gente que está trabajando en un hospital que recibe la llamada de otro centro para hacerle una oferta. Las bolsas de trabajo están agotadas y no se encuentra gente porqué durando mucho tiempo lo han maltratado y han marchado afuera a trabajar".
Los hospitales están colapsados pero los centros de atención primaria, que atienden en primera instancia un 80% de los casos de covid-19, están desesperados y se sienten los grandes olvidados de la sanidad. El coronavirus no para el resto de enfermedades que se tienen que atender en los Centro de Atención Primaria (CAP) y el personal no da abasto para poder atender a todos los pacientes, explica Rodríguez de CCOO: "En los hospitales al haber dejado de hacer las actividades programadas, todo el personal de estas unidades se puede derivar a atender y cubrir covid, pero en los CAP, que ya estaban escasos de personal no se ha puesto ningún refuerzo y si tienes personal con problemas de salud o covid no se cubren las bajas. De este modo, sobrecargando el personal que tienes, no puedes atender los pacientes".
Desde el inicio de la pandemia, el Departamento de Salud ha cerrado 46 CAP y 462 consultorios locales en toda Cataluña dejando la red de atención primaria todavía más pobre. El coronavirus, que según el Departamento de Salut de la Generalitat representa el 45% del tiempo del personal sanitario de los CAP, ha caído como una pesada losa sobre unos centros olvidados por la consejería que ya no tienen ni recursos ni personal para poder levantarla.
