La reducción de la plantilla de la limpieza municipal deja una Barcelona llena de suciedad

Los ciudadanos se han encontrado una ciudad llena de basura, trastos viejos y polen de los árboles que los camiones de la limpieza no recogen
Calle de Barcelona

La desescalada del confinamiento en la crisis de la pandemia por el coronavirus ha pillado a los ciudadanos con una Barcelona sucia. Los que salen a pasear o a hacer deporte se han encontrado acumulaciones de bolsas en los contenedores, cloacas llenas de hojas, y mucho polen y pelusas que caen de los árboles. La ciudad está descuidada, puesto que sólo trabaja el 44% de la plantilla de limpieza municipal, un problema que la misma teniente de alcalde de Ecología y Urbanismo, Janet Sanz, ha reconocido a pesar de que se escuda en la bajada de la actividad y uso del espacio público.

Por esta razón la reducida plantilla de limpieza ha centrado sus esfuerzos en lugares como centros sanitarios y alrededores de residencias y las calles han pasado a un segundo plano. Pero los expertos advierten que hay que limpiarlos en profundidad y cuanto antes mejor para evitar riesgos para la población. Desde el ayuntamiento se asegura que esta semana se incorporará el 60% de la plantilla, pero para expertos y sindicatos no es suficiente. Habría que incorporar a toda la brigada de limpieza para poner a punto una ciudad como Barcelona.

Con los chopos y los plataneros, dos de los árboles más comunes en la ciudad, en plena efervescencia las calles están llenas de un polen que se acumula en masas algodonosas muy irritantes. Para la profesora de botánica de la Universitat Autònoma de Barcelona y coordinadora de la Red Aerobiológica de Cataluña, Jordina Belmonte , la solución es muy clara "hace falta que los servicios de limpieza recojan estos restos como se hacía cada año y que los ciudadanos continúen llevando las mascarillas que les ayudará a filtrar parte del aire que respiran". Belmonte asegura que es muy importante recoger los restos biológicos de estos árboles "que no provocan, por sí mismas, alergias, pero si un gran picor y escozor de ojos y garganta qué son terriblemente molestos".

Calles llenas de pelusas pero también de trastos viejos y bolsas que no acaban en los contenedores. El confinamiento ha relajado los hábitos cívicos de limpieza y son muchos los que salen a pasear al perro sin recoger los excrementos o bajan la basura sin meterla en el contenedor. La falta de efectivos de limpieza hace que todavía se note más la suciedad de las calles, y cómo asegura la profesora Belmonte, "esperamos que no llueva porqué se puede crear, con todo ello, una pasta en el suelo, de restos biológicos donde crecerán hongos que harán aumentar las alergias".

(Visited 613 times, 1 visits today)
Facebook
Twitter
WhatsApp

avui destaquem

Deja un comentario