Igualada, Vilanova del Camí, Santa Margarida de Montbui y Òdena -la Conca d'Òdena-, confinados desde el viernes por un brote de coronavirus, intentan a la desesperada avanzarse a los acontecimientos. Así, conscientes de la gravedad de la situación y ante una más que probable saturación del hospital de referencia, los alcaldes demandaron ayer al departamento de Salud de la Generalitat la confiscación de un centro sanitario privado para convertirlo en 'hospital de campaña' por si fuera necesario.
La confiscación no será necesaria, puesto que, después de que los alcaldes hicieran pública la exigencia, la empresa propietaria del edificio, la gestora francesa de centros geriátricos Colisée, se ha puesto en contacto con el Ayuntamiento igualadino para anunciarle que de manera inmediata ponen a disposición de los ayuntamientos de la Conca d'Òdena el centro.
Se trata de una antigua y emblemática mutua reconvertida en residencia para gente mayor, con 90 camas disponibles, que estaba a punto de ser inaugurada. El centro complementará el actual hospital al límite de sus posibilidades en caso de saturación.
Desde Igualada, una de las zonas más castigadas por el coronavirus, confirmaban ayer a El TRIANGLE que profesionales sanitarios de fuera de la zona confinada han acudido Al hospital de Igualada para prestar ayuda y aliviar de este modo la saturación del centro.
Ensayo clínico y corredores de mercancías
Por otro lado, algunos afectados de la zona confinada forman parte del ensayo clínico que ayer mismo se inició para tratar el coronavirus. Es el primer ensayo que se realiza y servirá de igual manera para positivos que para contactados.
En otro orden de cosas, para mitigar los efectos económicos del confinamiento, ayer mismo se activaron dos corredores para facilitar la entrada y salida de mercancías. Se responde así a una petición de los alcaldes para garantizar que no se paralice la economía productiva y se dispare el paro.
