Mientras el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, mantiene su intención de reunirse con el presidente de la Generalitat, Quim Torra, ha cargado desde el Senado contra el independentismo y, en particular, contra uno de los emblemas de este movimiento, la consulta ilegal del 1 de octubre de 2017.
Sánchez ha reprochado a los independentistas, en respuesta al senador del PDECat Josep Lluis Cleries, que "quieren seguir viviendo de una gran falacia, de que que se violan los derechos y de que España es un estado opresor. La gran mentira es su propuesta independentista".
Después de enumerar las veces que los catalanes han sido convocados a las urnas, el presidente del gobierno ha contrapuesto estas citas electorales con las consultas ilegales del 9-N de 2014 y el 1-O de 2017, de las que ha dicho que sólo "votan su pandilla".
Sánchez, que considera legítimo defender el independentismo, ha rechazado en cambio que lo sea romper "la ley, el Estatuto y la Constitución". También ha negado que los dirigentes del proceso encarcelados sean presos políticos.
Durante las últimas horas también había señalado la división entre las formaciones independentistas cuando había destacado que ni siquiera se ponen de acuerdo para hacer juntas una huelga de hambre. En el atril del Senado, Sánchez también se ha mostrado partidario de "resolver problemas" y no de "prohibirlos", en alusión a las propuestas de ilegalización de partidos independentistas que suenan desde la derecha española.
Por otro lado, ha anunciado que el consejero de ministros que se reunirá en Barcelona el 21 de diciembre aprobará una subida de al menos un 2,25%, y hasta el 2,75%, del salario de los empleados públicos, que será vigente a partir del 1 de enero de 2019.
