La Crida Nacional per la República tiene fijado en el 27-O la fecha del pistoletazo de salida. Con aires de partido unico, revuelo de transversalidad y voluntad de intentar absorber al resto de formaciones, Carles Puigdemont se sacó de la chistera hace unos meses este invento para hacer ver que continuaba siendo el palo mayor del sobiranismo. Pero su estrategia no ha funcionado más que con el PDECat, y la figura del mismo Puigdemont cada vez está más olvidada y hace más olor a pasado. A pesar del intento de Quim Torra de continuar manteniéndole en el candelero, el expresidente ya ha dejado de ser un referente independentista.
Pero con el lanzamineto de la Crida debió pensar que podía ser una nueva oportunidad para él. Y para llegar al 27-O con la imagen del independentismo alrededor de Puigdemont, Waterloo montó una reunión del PDECat, JxCat, ERC y la CUP con el expresidente. Les prometieron discreción, pero querían la foto. Así que no tuvieron más remedio que filtrar el encuentro a la prensa. Cómo que la discreción desapareció y la estrategia de Puigdemont quedó a cuerpo descubierto, ERC y la CUP se desmarcaron y, al final, la foto quedó muu mortecina.
