Carles Puigdemont se ha aleja de la vía independentista unilateral y aboga por un referéndum acordado, según el libro La crisis catalana. Una oportunidad para Europa, elaborado por el periodista Olivier Mouton a partir de conversaciones con el ex-presidente de la Generalitat y líder de Junts per Catalunya.
La obra, que sale a la venta este martes, recoge una propuesta de Puigdemont para "salir de la crisis catalana" mediante la negociación de una "transición constructiva" entre el statu quo y la fórmula final, tanto si esta es la independencia como si no.
En este sentido, según un fragmento que publica La Vanguardia, Puigdemont indica que también se verían "los efectos positivos de una opción federal" en relación a "las instituciones, la financiación, la lengua, la cultura…".
El final del proceso propuesto por Puigdemont es un referéndum pactado con el que los ciudadanos puedan elegir independencia o una opción de "devolución máxima" surgida de la negociación. El dirigente nacionalista no vería mal esta segunda opción porque, según argumenta, "nuestro derecho a la independencia habría quedado reconocido".
Eso sí, para el ex-presidente catalán no tiene sentido sentarse a negociar con España si sus dirigentes no se abren a considerar "fórmulas alternativas". Por su parte, no se cierra a un referéndum a escala española o a una consulta europea sobre Cataluña. También se manifiesta dolido con Europa por el "silencio sobre la violencia". Puigdemont, asimismo, sostiene que "los catalanes pedimos una mediación internacional independiente", y señala que el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, sería la figura ideal.
Sobre la cuestión del liderazgo, el ex-presidente manifiesta que no se ve como un líder, pero "la historia me acabará contradiciendo". "No me gusta nada la idea de los líderes mesiánicos; la encuentro ridícula y, sobre todo, antimoderna. Por otro lado, llevo dentro de mí una especie de pulsión anarquista", agrega.
