El presidente de la Generalitat, Quim Torra, ha comparecido dos horas después de su reunión con el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, y ha expresado que ahora que se han puesto de acuerdo para iniciar el diálogo «me niego a pensar que no encontraremos una vía» para solucionar la crisis política de Cataluña mediante la autodeterminación.
Sobre el encuentro, Torra ha destacado «el reconocimiento mutuo» tanto de las instituciones como de los proyectos políticos que ambos representan, así como el hecho de que Sánchez «reconozca que se tiene que responder políticamente» y que hayan hablado «de todo», a diferencia de lo que sucedía durante la etapa de gobierno de Mariano Rajoy. Asimismo, ha confesado que «me ha gustado» que Sánchez escuchara y tomara notas.
Con todo, también ha añadido que las posiciones se encuentran muy alejadas en cuanto a la autodeterminación, que es por donde pasa «cualquier resolución política», según Torra. Además, el presidente de la Generalitat ha indicado que su homólogo español «no ha acabado de concretar» ni el proyecto de los socialistas ni una solución a su exigencia sobre el derecho de autodeterminación.
En contraposición con el gobierno español, que ha remarcado por voz de la vicepresidenta Carmen Calvo que Torra es el «presidente legítimo» de los catalanes, el propio Torra ha empezado su intervención expresando que quien tendría que comparecer como presidente es Carles Puigdemont, ya que «ganó las elecciones». También ha descartado que inviten al rey de España, Felipe VI, «a ningún acto», en referencia al primer aniversario de los atentados de Barcelona y Cambrils.
Torra ha mencionado ante Sánchez, según ha explicado, el caso de Quebec a propósito de la autodeterminación, pero durante la rueda de prensa ha rechazado una fórmula legal como la del caso quebequés, que no conllevaría la independencia de territorios catalanes que quisieran permanecer en España.
El presidente de la Generalitat ha avanzado su apoyo en materia de memoria histórica al gobierno español y ha asegurado que Sánchez comparte su preocupación sobre «brotes fascistas». Significativamente, ha rechazado referirse al hecho de que Sánchez lo etiquetara de «racista» por sus polémicos tuits y artículos. Ambos interlocutores han evitado intercambiar críticas en sus comparecencias públicas de este lunes.
