En temporada turística, el Port de la Selva restringe el agua

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Con una población que no llega a los 1.000 habitantes, pero que durante las vacaciones de verano, con el alud de turistas que llegan, se multiplica por diez, el Port de la Selva (Alt Empordà) afronta una insólita situación de emergencia. Esta villa marinera, ubicada en el cap de Creus, sufre severas restricciones de agua que las copiosas lluvias de esta primavera no han mitigado.

En un decreto hecho público por el alcalde Josep Maria Cervera (CiU) se alerta a los vecinos del problema de salinización que presenta el acuífero que abastece de agua la localidad y se restringe drásticamente su uso para las actividades domésticas. De este modo, queda prohibido emplear el agua de la red municipal para regar los jardines, llenar las piscinas y limpiar las calles, los vehículos, las embarcaciones y las terrazas.

Además, se habilita a la Guardia Urbana para que vele por el estricto cumplimiento de esta ley seca y levante acta de todas las infracciones que detecte. Según han confirmado fuentes municipales a EL TRIANGLE, estas restricciones está previsto que se alarguen durante los próximos meses.

Los vecinos están muy descontentos con esta situación y temen que pueda acabar afectando también al suministro domiciliario. «Aquí vivimos del turismo y en verano es cuando hacemos el negocio que nos permite vivir el resto del año. Si el agua que sale de los grifos es salada o se restringe el suministro durante unas horas al día, esto será una catástrofe. Los turistas huirán hacia otros pueblos de la Costa Brava donde, como mínimo, se puedan duchar», afirma, enfadado, un empresario del sector.

El Port de la Selva tiene nueve hoteles, tres campings y más de 2.000 viviendas residenciales que, tradicionalmente, se llenan para las vacaciones de verano. Por lo tanto, si el abastecimiento de agua ya es crítico actualmente, ¿que pasará cuando la demanda se dispare en julio y agosto?

Lo que resulta incomprensible, según los vecinos consultados por EL TRIANGLE, es que con la abundancia de lluvias de las últimas semanas no se haya podido regenerar el acuífero y disminuir la salinidad. También lamentan que la Agencia Catalana del agua (ACA) no haya implementado medidas para garantizar el abastecimiento de la localidad trayendo caudales de otros lugares.

EL CLAN PINART

Como culpable de esta ley seca, los vecinos señalan el alcalde, Josep M. Cervera, sobrino del anterior alcalde, Genís Pinart (1995-2011). Y esto que el clan Pinart -que, desde hace décadas, controla el Port de la Selva con mano de hierro- es un poder fáctico importante dentro de Convergència, puesto que Genís Pinart era amigo personal del ex-presidente de la Generalitat Jordi Pujol. Prueba de ello, es que Josep Maria Cervera ha sido nombrado presidente de la Asociación de Municipios para la Independencia (AMI).

Aquello que resulta más chocante es que el clan Pinart haya sido incapaz de resolver esta crisis del agua. Su principal negocio es, precisamente, el alquiler de apartamentos turísticos, a través de la agencia Arman Rhodes, y esta situación de penuria afecta directamente a sus ingresos. «Lanzan piedras contra su azotea!», comenta socarronamente un vecino.

LEE EL REPORTAJE COMPLETO EN LA EDICIÓN EN PAPEL DE EL TRIANGLE DE ESTA SEMANA

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