El Parlament, el Palau de la Generalitat, las Diputaciones, las sedes de los partidos y los ayuntamientos más grandes de Cataluña son escenarios por donde acostumbra a pulular una muchedumbre de periodistas que no hacen otra cosa que explicar historias sobre el mundo político. Son los periodistas políticos y parlamentarios, los que sufren día sí y día también a los portavoces y líderes catalanes, los que hacen guardia durante horas, los que intentan obtener información de gabinetes de prensa y otras estructuras a las cuales a menudo resultan molestos. Nunca hasta ahora se habían organizado.
Pero con el objetivo de mejorar sus condiciones de trabajo en beneficio de sus objetivos profesionales, con la mirada puesta en la dignificación del periodismo político y las buenas prácticas, y con la intención de autoorganitzarse para ser más fuertes como sector, ha nacido la primera entidad de Cataluña que agrupa los profesionales de esta prensa. Se trata del Colectivo Ciutadella – Asociación de Periodistas Parlamentarios de Cataluña, que el pasado lunes empezó a andar y que promete dar guerra a los políticos y a las instituciones y más vida y dinamismo a la profesión. Algunos partidos ya tiemblan. Otros saludan la iniciativa, pero se la miran de reojo.
