El juez del Tribunal Supremo, Pablo Llarena, rechaza incluir en la investigación por el delito de rebelión a los exaltos cargos de la Generalitat, Josep Maria Jové y Lluís Salvadó. Pablo Llarena no hace caso, de este modo, a la petición del titular del Juzgado de Instrucción número 13 de Barcelona, quien mantiene a los dos imputados por la organización del referéndum del 1 de octubre.
El juez del Supremo dice que no ve indicios que justifiquen la responsabilidad de Jové y Salvadó en el delito de rebelión que está investigando.
Los dos exaltos cargos del Ejecutivo de Carles Puigdemont fueron detenidos antes del día 20 de septiembre de 2017, cuando una multitud se plantó ante la consejería de Hacienda en una acción que para Llarena es «la que sin duda permitió que todos los involucrados en el proceso se imaginaran el riesgo que futuras movilizaciones pudieran estallar con episodios violentos de fuerte lesividad y daño en el grupo social».
En este sentido, el juez del Supremo afirma que los dos exaltos cargos del departamento de Oriol Junqueras hicieron acciones «con el ideario de conseguir la independencia» catalana pero que fueron detenidos antes de los hechos del 20-S y «no se describe tampoco que la búsqueda haya mostrado que los investigados realizaran alguna actuación con posterioridad a este momento».
