El Ayuntamiento de Castellbell i el Vilar, gobernado con mayoría absoluta por la socialista Montse Badia, ha intervenido en la batalla de símbolos que tiene lugar en esta localidad del Bages decidiendo la retirada de todos los elementos que no hayan recibido una autorización previa.
Badia explica que hay gente muy radical e intransigente en ambos bandos, y que su prioridad es preservar la convivencia. El gobierno local anunció sanciones para los que cuelguen banderas o lazos. «No hemos dicho que no se puedan colgar lazos, sino que se pida permiso para hacerlo con la voluntad de controlar la situación y que no se rompa la convivencia, porque el espacio público es de todo el mundo», ha especificado.
En Arenys de Munt, en cambio, el pleno municipal ha expresado en una declaración institucional que valorará la posibilidad de sancionar a las personas que retiren símbolos no sólo de espacios privados, sino también de la vía pública, como son los lazos amarillos en apoyo a los dirigentes del proceso encarcelados. El ex-alcalde y concejal Josep Manel Ximenis (CUP) ha dicho que Arenys «será el primer municipio en sancionar a quien quite lazos amarillos». «Hagamos frente a los limpiadores de la República Catalana», ha proclamado.
Durante las últimas horas, además, han circulado las imágenes de una plantada de cruces amarillas en la playa de Llafranc (Palafrugell, Baix Empordà). Una mujer ha comunicado a los responsables de la colocación de las cruces que se sentía molesta por lo que estaban haciendo y les ha preguntado si querían que los niños pensaran que la playa era un cementerio. La plantada de cruces es uno de los formatos de protesta de los Comités de Defensa de la República (CDR).
