Cuatro exmiembros de la Mesa del Parlament han comparecido hoy ante el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena. El magistrado les ha comunicado que los procesa por desobediencia. Lluís Maria Corominas, Anna Simó, Lluís Guinó y Joan Josep Nuet, han llegado a la sede del tribunal antes de las diez. Los tres primeros han estado poco más de cinco minutos dentro de la sala. Ramona Barrufet ha pedido hacerlo a través de videoconferencia «por motivos personales».
Los exmiembros soberanistas de laMesa han defendido que actuaron bajo el criterio de la «inviolabilidad parlamentaria». Guinó, Corominas y Simó han negado los hechos por los cuales el juez Llarena los procesa por desobediencia y se han reafirmado en la declaración que ya hicieron ante el juez el 9 de noviembre.
En el caso de Simó, sólo ha respondido dos preguntas de su letrada para negar los hechos y defender la actuación de la Mesa bajo la «inviolabilidad parlamentaria». Corominas, en cambio, no ha declarado y se ha reafirmado en el que ya dijo el 9 de noviembre.
A la salida del Supremo, Guinó ha explicado que sólo dieron trámite parlamentario a varias propuestas. «Hemos explicado que la Mesa ejecutaba actos de trámite parlamentario e intuíamos que nos podría proteger la inviolabilidad parlamentaria», ha manifestado.
Nuet sí que ha declarado y ha respondido a las preguntas que se le han formulado. Antes de entrar en el tribunal, el diputado ha asegurado que «obedecieron el mandato democrático»; «podemos haber cometido errores, pero un error no puede comportar penas de prisión», ha afirmado.
Una vez acabas las declaraciones, han solicitado por escrito al juez que les levante las medidas cautelares. Todos, a excepción de Nuet, están en libertad provisional y tienen que presentarse semanalmente ante el juez, no tienen pasaporte y tienen prohibido salir del territorio español.
Mañana continuará la ronda de indagatorias con la citación de los ex consejeros Meritxell Borràs, Carles Mundó y Santi Vila y la exdiputada de la CUP Mireia Boya.
