La Policía Nacional ha emprendido una ronda de interrogatorios durante los últimos días con el objetivo de saber quién ordenó a agentes de los Mossos d’Esquadra espiar coordinadamente a los de la Policía Nacional y la Guardia Civil durante el 1-O, publica El Mundo.
Según la misma información, las declaraciones empezaron el 27 de abril y han comparecido como testigos 25 agentes, quienes señalan una reunión de 400 mandos de los Mossos donde la dirección comunicó directrices vagas que no incluían detener la votación.
En cuanto al espionaje, los testigos referidos por El Mundo no lo asocian a aquella reunión, sino a las comunicaciones durante el 1-O. Dicen que la información sobre el posicionamiento de agentes desplegados por la Guardia Civil y la Policía Nacional fue una constante.
Las declaraciones de estos mossos tienen lugar después de que la jueza de la Audiencia Nacional Carmen Lamela haya recibido informes policiales sobre las comunicaciones del centro de coordinación de los Mossos durante el 1-O. Uno de estos informes, especifica El Mundo, refleja que la dirección de la policía catalana otorgó «atención prioritaria» a los movimientos de guardia civiles y policías.
