Los dos neonazis acusados de expulsar a un grupo de periodistas del acto del 12 de octubre en Montjuic, ahora hace dos años, han quedado absueltos. La fiscalía los acusaba de coacciones y delitos contra el derecho fundamental a la información, con agravante de odio. Pedía cuatro años de prisión. Para el juez, pero, sólo uno de ellos hizo una amenaza leve y le pone una multa de 240 euros.
Los hechos probados de la sentencia recogen que los dos acusados, el responsable de las juventudes de Democracia Nacional, Juan de Haro, y José Miguel P.G, persiguieron al periodista Enric Borràs después de confundirlo con su hermano, fotoperiodista especializado en los movimientos de ultraderecha. «Hijo de puta, separatistas terroristas, Jordi Borràs cámara de gas, hijos de puta», le llamaron.
Al ver que el periodista grababa los hechos José Miguel P.G. lo increpó: «Esto, hazme una foto y envíala a tu hermano, te arrancaré la cabeza». Borràs y tres periodistas, ante el temor de una agresión, huyeron hasta el cordón policial de los Mossos d’Esquadra. Los dos acusados, añade la sentencia, «los persiguieron con gesto hostil y desafiando con la aparente intención de asegurar que Enric Borràs abandonara definitivamente el lugar».
Como que no se acreditó la violencia requerida para el delito de coacciones, argumenta el juez, no se puede condenar por este delito. Y tampoco por un delito grave de amenazas. En consecuencia, procede tan sólo a condenar José Miguel P.G. a una multa de 240 euros por un delito leve de amenazas.
