El adjunto a la presidencia de ERC, Pere Aragonès, ha propuesto que «hay que sentarse en una mesa» con el Gobierno español. En una entrevista a La Vanguardia, ha confirmado que «nosotros estamos dispuestos, siendo firmes en nuestras convicciones, pero hay que dialogar».
Aragonès ha manifestado en este sentido que «no ponemos condiciones previas», pero cree que «mientras haya represaliados o amenazas», no se producirá «un diálogo honesto». Por eso, apunta que «para facilitar el diálogo hay que liberar a los presos y retirar acusaciones. No como condición política, sino como cuestión de justicia».
El secretario de Economía también asegura que «el Gobierno español sabe que lo que hace contra los dirigentes independentistas no tiene base jurídica; se ve cuando lo examinan otras jurisdicciones europeas». «El Estado tiene que ver que no puede estar permanentemente amenazando con actuaciones penales contra la voluntad democrática de más de dos millones de catalanes», ha añadido.
El dirigente de ERC, por otro lado, descarta una posible investidura de Carles Puigdemont porque «el 1 de marzo retiró su candidatura; por eso, si no hay un cambio, no tiene sentido volverlo a plantear, porque estaríamos haciendo una mera especulación».
