La presidenta en funciones del PDECat, Neus Munté, ha rechazado la propuesta hecha por el presidente de ERC y diputado al Parlament, Oriol Junqueras, en la que apuntaba la posibilidad de que la Generalitat tenga un presidente simbólico, que podría ser Carles Puigdemont desde Bruselas, y otro de ejecutivo que estuviera instalado en la sede del gobierno catalán.
Neus Munté ha dicho a 8TV que «una presidencia simbólica no sé qué significa o qué puede significar, pero insisto en que el candidato a ser investido es Puigdemont», añadiendo que «tenemos que hacer esta investidura y seguir los pasos con la máxima normalidad».
La líder circunstancial del PDECat ha reconocido, pero, que la investidura del nuevo presidente catalán arrastra las limitaciones de tener a Puigdemont huido en Bélgica y a Junqueras en la prisión madrileña de Estremera.
Munté ha defendido, a pesar de todo, la necesidad de que la Generalitat tenga un nuevo ejecutivo «de forma inmediata que actúe desde el minuto uno y de forma efectiva». Aquí, la responsable del PDECat ha afirmado que «la única apuesta es él (Puigdemont). Y hay acuerdo en el hecho de que no queremos nuevas elecciones».
También ha negado Munté desavenencias entre el PDECat y el mismo Puigdemont por los problemas de la investidura, y ha afirmado que los mensajes que envió el expresidente catalán a Toni Comín afirmando que sus compañeros le habían abandonado no hacían referencia a su formación política.
Ante la posibilidad que tanto Puigdemont cómo Junqueras sean inhabilidades como apuntó el ministro de Justicia, Rafael Català, Munté ha declarado que «es desagradable e incorrecto» que el ministro se avance a las decisiones judiciales.