Entrevista a Montserrat Colldeforns

                                                           
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Economista. Ha trabajado en la Administración pública y ha impartido enseñanza en la Universidad. Especializada en medio ambiente y hacienda pública, se ha dedicado a la financiación autonómica, desde sus inicios. Fue diputada por el PSC en dos legislaturas y forma parte de Federalistes d’Esquerres.

¿Es cierto que las Comunidades Autónomas son federalistas en el gasto y centralizadas en los ingresos?

En este momento, para las Comunidades de régimen común, que son todas a excepción del País Vasco y Navarra, esto es así. Es decir, para lo ingresos dependen casi absolutamente del Gobierno central, y esto ha ido a peor. En cambio, en los gastos, aunque también han perdido mucho porque ha habido un proceso de recentralización muy importante, son más autónomas. La autonomía en el Gobierno la pueden ejercitar más en el gasto que en el ingreso.

¿En consecuencia, la financiación actual se asemeja, buscando un símil, al modelo radial de las carreteras y los ferrocarriles, con centro en Madrid?

En realidad, creo que cada vez más las Comunidades Autónomas son centros administrativos de gasto, que el Gobierno central se esfuerza por controlar. Un ejemplo muy claro, es este último acto de Montoro, que dijo que se os daría tanto, pero, mira, os tenéis que arreglar con un poco menos y luego ya veremos. Esto pone de manifiesto que los gobiernos autonómicos no lo son tanto, porque un gobierno tiene que disponer de un cierto margen de autonomía en los ingresos. Simplificando mucho, en este momento el Gobierno central dice a cada Comunidad Autónoma tiene tanto para gastar, una cantidad fijada. Éstas, recaudan unos cuantos impuestos, que representan un 10% o un 15%. Y el resto, te lo doy yo, de varias maneras, con una parte de tu participación en renta, IVA, en los impuestos sobre la gasolina…; y esta parte la establezco yo. Digo cuanto te doy cada mes a cuenta. Luego ya haremos cuentas y liquidaremos, al cabo de dos años. O sea, un sistema muy orientado al gasto (el Gobierno central dice cuanto pueden gastar las Comunidades) y muy poco orientado al ingreso, porque este lo determina el Gobierno central.

¿Este modelo está previsto en la Constitución o es más bien consecuencia de los avatares políticos?

Es casi absolutamente consecuencia de los avatares históricos. En la Constitución, una ventaja y un inconveniente es que casi no dice nada del sistema de financiación. Lo dijeron los Estatutos. El Estatuto de Autonomía de Cataluña, que fue el primero que se aprobó junto con el vasco, se especificaba un régimen transitorio (que tenía que durar cinco años y acabó siendo definitivo) que se supeditaba a una ley orgánica, la llamada LOFCA, que se aprobó en 1980 y establecía un sistema, básicamente ligado a lo que antes decía: yo te he transferido cien y puedes gastar cien. Lo ingresos jugaban un papel secundario, como lo siguen haciendo. Cosa que es un poco paradójico, porque empezamos con que a las Comunidades se les asignaba un gasto. Luego hubo un proceso de reclamación, básicamente desde Cataluña y desde los socialistas, que querían que el dinero que llegara a la Comunidad estuviera relacionado con los impuestos que se pagan en ella. Lógico. Pero esta relación, aunque existe, es meramente formal, cuantitativa, porque los mecanismos del sistema son tan endiablados que hacen que, en realidad, esta conexión desparezca. Los impuestos, que sí se recaudan (la mitad el IRPF, la mitad del IVA, más de la mitad de hidrocarburos…) son cantidades a cuenta de una cifra que está predeterminada. La solución a esto, que cuesta entender, es hacer que el sistema que, sobre el papel y en función de sus reglas, está orientado al gasto, lo sea orientado al ingreso. Que la participación de la Comunidad en el ingreso sea real y verdadera. No sea a cuenta.

¿También existen solapamientos o lagunas respecto a qué, quién y cómo se recauda?

No. Una cosa es la figura impositiva y otra quien recauda. En este momento, la Comunidad Autónoma recauda y gestiona el Impuesto de Sucesiones, el de Patrimonio, el de Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados (que tienen mucho que ver con las operaciones que hacen las empresas o, por ejemplo, la adquisición de un coche) y lo que era el Impuesto sobre el Juego. El IRPF, el IVA y los impuestos especiales (gasolina, tabaco, alcohol…), a pesar de que una parte le corresponde a la Comunidad Autónoma, quien los recauda es el Gobierno Central.

¿Influyó en el desarrollo de este modelo (perverso) la política de Jordi Pujol de establecer bilateralmente acuerdos con el Gobierno central?

Pujol nunca quiso tener responsabilidades significativas en la recaudación. Nunca luchó por eso. Ya le iba bien que quien recaudara fuera la Administración central y el poder quejarse y poder decir no me dan más, si no hago más no es por mi culpa, sino del otro; si suben los impuestos, los suben ellos, no yo. Esto influyó al principio y mucho. Yo reclamo, lloro… Cataluña, que era la primera comunidad no era aforada, abrió brecha y el resto fueron detrás. Es muy humano mandar, decir que eres tú quien hace las carreteras y cuidas a los enfermos y que si no lo haces mejor es por culpa del otro. Si eres gobierno tienes que ejercer tu responsabilidad, a las duras y a las maduras.

¿Por qué el Concierto económico vasco levanta ahora tanta polvareda?

Primero, porque los que podían reclamar, que eran más bien los catalanes., no quisieron hacerlo. Hay que tener en cuenta que el Partido Nacionalista Vasco, que ahora se le puede llamar soberanista, se veía en los primeros años de la transición como mucho más nacionalista que Convergencia y el País Vasco tenía el problema de ETA. Pero, en cualquier caso, hay que decir que los vascos han sabido negociar muy bien y han ido siempre a la suya. El Concierto viene de muy lejos y el problema no está en él, sino en el cupo, en la cantidad que paga la Comunidad Autónoma al Estado. En el País Vasco quien en realidad manda, por decirlo, así, son los territorios históricos, las diputaciones, que son un poder muy local. El Fuero establecía que eran los ciudadanos vascos quien establecían quién prestaba servicio de armas y quienes recaudaban los impuestos, que entonces representaban muy poco. Este sistema es casi único en el mundo, porque con el tiempo los gobiernos superiores han ido adquiriendo más importancia. Por ejemplo, en EE.UU. primero recaudaban los Estados y el Gobierno Federal, seguramente inducido por la necesidad de disponer de dinero para la guerra, tardó mucho en hacerlo. No importa que en el País Vasco recauden las diputaciones, aunque parezca arcaico. Lo que ahora se cuestiona es el cálculo del cupo, que combinado con el hecho de que el País Vasco se rico, hace que recaudes mucho y des poco, con lo cual te quedas con mucho. Si fuera Extremadura recaudaría poco, daría poco y se quedaría también con poco.

Urkullu plantea la idea de generalizar el modelo del cupo a todos los territorios…

Hay otras posibilidades, como la que está en el Estatuto de Autonomía de Cataluña, que es la del Consorcio Tributario. Un órgano que sería mixto, Generalitat de Cataluña y Gobierno central, y estaría encargado de recaudar todos los impuestos. Eso sería mucho más eficiente que el modelo vasco, que cuenta con tres agencias tributarias independientes. El sistema foral tiene en exceso lo que el sistema común tiene en defecto. Para establecer el cupo hay que pactar, pero se hace con mucha opacidad. En el sistema común no se puede pactar nada porque el dinero lo tiene el Gobierno central. Habría que encontrar elementos de convergencia entre ambos polos y para ello hay bastantes modelos donde elegir.

¿Qué pasos se pueden ir dando en esa dirección?

A corto plazo y cabe en la Constitución), tendríamos que ir a compartir ingresos de verdad y, en un sistema federal como queremos que sea España, hay que establecer una cierta cohesión, nivelación, porque si cada comunidad autónoma viviera solamente de sus impuestos habría desigualdades e injusticias ¿Cómo se logra? Creando un fondo que se reparte por igual. Habría una discusión si en un sito es más caro o más barato… Pero estos son problemas técnicos que con buena voluntad se pueden resolver. Austria, Alemania, Suiza… Hay muchos países que han ido solucionando estas cosas.

¿Fue el no de Rajoy a Mas sobre cuestiones la madre de todas las batallas independentistas, como así se nos ha pretendido hacer saber?

Pienso que es un pretexto, porque ambos no tenían ningunas ganas de negociar. El que el subgrupo independentista se hiciera con el control de Convergencia llevó al partido en esa dirección, y en el año 2010 vieron su oportunidad. El hecho de que gobierne el PP es parte muy importante del desastre. Así, hemos entrado en una dinámica de ganar o perder que no conduce a nada. En el sistema de financiación, muchos dirigentes se han vuelto más nacionalistas, de todos los colores, que el propio Pujol en su época. Hay que superar la dinámica de la competencia con un pacto por una Hacienda federal, que trate a las Comunidades como gobierno. Un gobierno está para exigir ingresos y para responsabilizarse de los gastos.

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