Sospechas de favoritismo en el concurso del casino de Andorra

El grupo de los "bingueros" considera que el nuevo establecimiento de juego es para ellos
ventura espot
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Un país ultraliberal como Andorra, donde la fiscalidad de las personas físicas y jurídicas es muy reducida, necesita generar urgentemente recursos para intentar cuadrar sus cuentas públicas. Y, en este sentido, el juego es un pastel muy goloso del cual el gobierno espera obtener unos buenos ingresos.

Pero el hecho de que uno de los dos copríncipes que ostentan la máxima representación del Estado sea el obispo de la Seu d’Urgell había dificultado, históricamente, la implantación de casinos en Andorra, por aquello que el juego es un vicio que atenta contra las buenas costumbres cristianas. Así lo estableció un decreto de los veguers del año 1929, que sólo autorizaba el juego entendido como «un honesto entretenimiento».

Con el paso de los años, esta prohibición se fue relajando. Primero se toleraron los «quintos» (una variante doméstica del bingo) y en 1996 se aprobó una ley para permitir la instalación de bingos convencionales en los valles del Valira. Pero la asignatura pendiente era la del casino, que los empresarios del sector turístico reclaman desde hace años, en su intento de atraer a una clientela de multimillonarios y convertir Andorra en el Montecarlo de los Pirineos. Finalmente, el 15 de enero de 2015 se aprobó la ley de regulación de los juegos de azar, que autoriza la implantación de un único casino en el país.

El Consejo Regulador Andorrano del Juego (CRAJ) es el organismo encargado de adjudicar esta licencia y, en este sentido, convocó el pasado mes de julio un concurso internacional para proceder a la selección de la empresa que explotará el casino. El 7 de noviembre se hizo público que hay nueve candidatos interesados y este 5 de diciembre se abrirán las plicas con las ofertas que presentan.

De las nueve empresas que optan a la licencia hay cuatro francesas: los grupos Partouche, Barrière, Casino du Golfe y PVG. En algún caso van en compañía de socios locales, como es la oferta de Partouche, que ha cerrado una alianza con los hermanos Cierco (los ex-accionistas mayoritarios de la expropiada Banca Privada de Andorra). Esta es una candidatura con morbo, dada la dura pugna judicial que hay abierta entre los hermanos Cierco y el ministro de Finanzas, Jordi Cinca, que es a su vez el presidente del CRAJ.

También hay otras empresas extranjeras que aspiran a ganar la licencia del casino: los catalanes de Cirsa Gaming Corporation, que tienen una red de 153 casinos en todo el mundo; el grupo malasio Genting, que antes de ir a Andorra se había interesado por el proyecto de BCN World en Vila-seca i Salou; el casino de Austria, que viene de la mano del empresario local Bonaventura Mora; y el grupo Mercury que, según el diario Altaveu, está vinculado a intereses rusos.

Pero, según se explica en los círculos políticos del Coprincipado, quien tiene casi todos los números para hacerse con la licencia del casino es un grupo de empresarios locales, reunidos en la compañía Jocs SA. Este proyecto está liderado por el ex-alcalde de Ordino, Ventura Espot; Enric Pujal (el presidente del Automóvil Club); y Marc Martos, que explota el bingo Star’s. Por este motivo, esta candidatura recibe el nombre coloquial de los «bingueros». En la propuesta que han presentado al CRAJ, explican que tienen un acuerdo con la multinacional austríaca Novomatic, que aportaría toda la tecnología y el know how para montar el casino. Novomatic está desplegando una agresiva estrategia para captar nuevos mercados y, por ejemplo, se ha hecho cargo de la gestión de las loterías de la Generalitat y la Grossa.

Además de las nueve empresas que aspiran a la licencia, hay otra guerra montada a cuenta de su futura ubicación, que se disputan enconadamente los ayuntamientos de Andorra la Vella y Escaldes, ambos gobernados por DA. El Centro de Congresos (Andorra la Vella) y el complejo termal Caldea (Escaldes) son dos espacios que proponen varios candidatos. La alcaldesa de Andorra la Vella, Conxita Marsol, sospecha que el jefe de gobierno, Toni Martí, que es de Escaldes, pueda maniobrar para favorecer que el casino vaya a su municipio, en detrimento de la capital.

Pero los asiáticos de Genting han sorprendido a todo el mundo con su propuesta de construir un rascacielos de 20 plantas, que denominan Resorts World Andorra, en una parcela próxima al complejo Caldea, que el casino ocuparía parcialmente. Esta fuerte apuesta inversora ha levantado muchas suspicacias y ya hay voces que alertan que el rascacielos choca con la normativa urbanística vigente.

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