La magistrada de la Audiencia Nacional que ha enviado a prisión a más de la mitad de los miembros del último gobierno de la Generalitat, Carmen Lamela, se ha manifestado dispuesta a la acumulación en el Tribunal Supremo de todas las causas por rebelión y sedición abiertas contra Jordi Cuixart, Jordi Sànchez, Josep Lluís Trapero y los integrantes del ejecutivo que presidía Carles Puigdemont.
Lamela argumenta a favor de la acumulación de causas que están investigando a «los miembros de una compleja organización», a los que atribuye papeles al servicio de la causa de la secesión de Cataluña y la proclamación de una República independiente. Añade que los delitos supuestamente cometidos que se investigan en las diversas causas están conectados y que abordarlos separadamente dificultaría las indagaciones.
La decisión sobre esta acumulación de instrucciones recae en el receptor del informe de Lamela, Pablo Llarena, el juez del Tribunal Supremo que investiga a la presidenta del Parlamento de Cataluña, Carme Forcadell, y a cuatro miembros de Mesa por su actuación en el marco del proceso independentista.
