El Parlamento de Cataluña ha informado en una nota que la presidenta de la cámara catalana, Carme Forcadell, ha recusado a los doce magistrados del Tribunal Constitucional (TC) por falta de imparcialidad y para garantizar su derecho a defensa.
Según la nota, la iniciativa pretende paralizar cualquier procedimiento «de excepción» que pudiera plantearse el Tribunal Constitucional hacia el Parlamento catalán o las funciones de la presidenta.
El escrito presentado por la presidenta califica la reforma de la Ley Orgánica del TC como una «reforma expreso de la constitución» en que el derecho a defensa está todavía más restringido que en la aplicación del Estado de excepción.
Desde la presidencia del Parlamento catalán afirman que los magistrados del TC han sido parte en el procedimiento sobre la constitucionalidad de leyes votadas al Parlamento de Cataluña y, por lo tanto, quedan imposibilidades para tomar ningún tipo de decisión hacia la presidenta, tal como reconoce la legislación internacional que acredita que toda persona tiene derecho a un tribunal «independiente e imparcial».
El comunicado concluye que es por eso que la presidenta solicita poder ser parte en un hipotético procedimiento constitucional si es que se discuten medidas de intervención en el Parlamento de Catalunya o en las funciones de Presidencia del Parlamento, con el objetivo de preservar su derecho de defensa ante un procedimiento carecido de cualquier garantía y derecho.
