Escarnio a los presidentes Tarradellas y Maragall

Un pacto entre la Fiscalía y seis de los siete acusados en el caso Adigsa ha reducido a la mínima expresión la celebración de este esperado juicio, que ha quedado ventilado en un santiamén. Este era un sumario especialmente emblemático. Se empezó a instruir poco después de que el ex-presidente Pasqual Maragall lanzara la bomba en el Parlamento de Cataluña, el 24 de febrero de 2005: «Ustedes tienen un problema que se llama 3%», afirmó, dirigiéndose a la bancada convergente.

Días después, el empresario José Antonio Salguero acudió a la Fiscalía para explicar que en la empresa pública Adigsa le habían obligado a pagar comisiones de hasta el 20% a cambio de los contratos que le adjudicaron para la rehabilitación de pisos. Dio pelos y señales del modus operandi de esta extorsión y de cómo se repartían el dinero.

Han pasado más de 12 años desde la formulación de aquella denuncia. La instrucción judicial del sumario ha sido tóxica y laberíntica, con su traslado de ida y vuelta al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC). Nunca se investigó a fondo la participación de Felip Puig en esta trama, a pesar de que había testigos que lo inculpaban y que su pariente Josep Maria Penín era la persona clave en este caso de corrupción. Al contrario, Felip Puig, después de su salida del consejo ejecutivo de la Generalitat, ha sido recompensado con la presidencia del Tram (!).

El presidente de Adigsa en aquella época, Ferran Falcó, fue exculpado por la magistrada Núria Bassols, que posteriormente fue recompensada con la designación por Artur Mas como comisionada para la Transparencia (!)… hasta que su marido -jefe de campaña de Carles Puigdemont en las elecciones que ganó a la alcaldía de Girona- fue detenido en el escándalo del 3%. En la actualidad, Ferran Falcó ha sido rehabilitado políticamente y ocupa el cargo de secretario general del departamento de Territorio y Sostenibilidad, el foco de todas las sospechas de corrupción (!).

Pasqual Maragall, presionado por la coyuntura política –se estaba negociando la reforma del Estatuto y José Luis Rodríguez Zapatero necesitaba los votos de CiU en el Congreso de los Diputados-, tuvo que retractarse ante Artur Mas por haber destapado en público este secreto a voces que algunos empresarios contratistas de la Generalitat, que se veían obligados a pagar este peaje, explicaban desde hacía años en voz baja. La investigación empezada en 2015 por el juez de El Vendrell Josep Bosch ha demostrado que la trama del 3% era muy real y ha imputado, entre otros, al ex-tesorero de CDC, Andreu Viloca.

Pasqual Maragall tenía razón y el hecho de que la Fiscalía haya llegado a un pacto con los principales acusados del caso Adigsa para evitar el juicio es una burla al coraje del ex-presidente y de José Antonio Salguero, que no ha aceptado participar en la comedia. Este escándalo merecía un juicio ejemplarizante con luz y taquígrafos. Al final, el único que se ha sentado en el banquillo de los acusados… es el empresario que lo denunció y a quien la Fiscalía pide 1,5 años de prisión!

Ahora que el presidente Carles Puigdemont invoca a Josep Tarradellas para reclamar que el Gobierno español acepte la convocatoria de un referéndum sobre la independencia de Cataluña, es bueno recordar la talla humana y política del ex-presidente, a quien conocí y traté personalmente. Sólo una cosa: Josep Tarradellas, formado en la disciplina y el rigor de la administración francesa, nunca habría tolerado ni una de las infinitas corrupciones, irregularidades, derroche de recursos públicos, nepotismo, enchufismo y omertà mafiosa que han marcado los gobiernos de CiU y, actualmente, PDECat. A la más mínima, habría cortado el cuello de los corruptos y de quienes ensuciaran el buen nombre de la Generalitat y de Cataluña. Por eso, Jordi Pujol le tenía tanta tirria y quiso borrar su memoria, que ahora –¡hay que tener la cara de cemento!- su nieto reivindica para justificar su alocada huida hacia el precipicio.

Hay una línea hereditaria directa Jordi Pujol-Artur Mas-Carles Puigdemont que es la que nos ha llevado al actual callejón sin salida institucional y caos político. Pero hay una alternativa, la que representan Josep Tarradellas-Pasqual Maragall que, desgraciadamente, ha quedado interrumpida por la monstruosa y aberrante operación de manipulación y propaganda de la cual todos los catalanes somos víctimas desde hace años. Sin embargo, hay que mantener la esperanza: cada día sale el Sol…

(Visited 20 times, 1 visits today)
Facebook
Twitter
WhatsApp

HOY DESTACAMOS

Deja un comentario