La CUP y el PDEcat han mostrado este jueves sus discrepancias sobre la internacionalización del proceso soberanista catalán. El chispazo ha sido la publicación de una foto donde el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, posa con una estelada.
La CUP ha retuiteado esta imagen conseguida por la organización internacionalista Ítaca, mientras que la dirigente del PDEcat Marta Pascal ha dicho a Twitter que «Si alguien cree que suma haciendo que Maduro se haga una foto con la estelada es que no ha entendido nada, absolutamente nada. !Qué grave error!«. Por su parte, el consejero Josep Rull ha expresado: «Estos no son mis compañeros de viaje… no quiero el modelo de Maduro de ninguna manera!!».
La reacción cupaire ha venido de la mano del jefe de prensa Jordi Salvia, que ha replicado: «Sumamos un importante apoyo internacional de una jefe de estado y salen del PDeCAT a rajar de que se moje… !Están fatal!». «El reconocimiento internacional debe ser transversal, como el independentismo. Hay quien no entiende nada», ha dicho la diputada Mireia Boya.
Figuras del PP se han frotado las manos, como Xavier García Albiol, que considera una vergüenza que el proceso reciba el apoyo de Maduro, a quien etiqueta de «dictador represor», mientras que Andrea Levy ha dicho que «nos queda claro de qué lado de la democracia están».
Los populares se entienden mucho mejor con otro amigo americano del proceso, el congresista republicano Dana Rohrabacher, que durante su estancia en Barcelona no sólo se reunió con el presidente Carles Puigdemont, sino también con el delegado del Gobierno español en Cataluña Enric Millo. La CUP, a diferencia de PDEcat, no se escandalizó entonces por este aliado, un reaganista de pura cepa que apoya a Donald Trump y que también se ha reunido con Marine Le Pen.
