En septiembre de 2005, la Guardia Civil entró en los dos domicilios de Valencia del militar José Andrés Orts, y allá encontró un arsenal con una treintena de armas y munición.
Orts fue acusado de ser uno de los jefes de la red Panzer, una supuesta milicia neonazi de 18 miembros que se decían seguidores del Tercero Reich, negaba el Holocausto y se financiaba con la venta de pistolas.
La Audiencia Provincial de Valencia absolvió el 2014 al grupo después de anular los pinchazos telefónicos que condujeron a las detenciones y el Supremo ratificó la sentencia. A partir de aquí el militar decidió exigir a la justicia la devolución de su arsenal, en que su colección incluía una daga de la Waffen SS y un casco nazi.
El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ha dado finalmente la razón al ultra. Orts reclamó una indemnización de 16.531 euros al Estado por el «perjuicio sufrido» después de la desaparición de sus pistolas, según EL PAÍS.
Se da la circunstancia que la Audiencia Provincial de Valencia condenó después a Orts a dos años de prisión por trato degradante y amenazas contra su pareja. El militar llamó a su prometida «puta, zorro y buhardilla» mientras le cortaba el pelo. Fue el castigo por haber mantenido relaciones con otro hombre.