Propuesta vecinal para salvar Can Vies y la chapuza ferroviaria

En el barrio de Sants no sobra nadie. Los vecinos tienen un plan para hacer compatible el centro okupa con el cajón de las vías
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Una vez superado el trance que supuso la renuncia al soterramiento de las vías del tren y la imposición del Cajón, las entidades de Sants han tomado la iniciativa para desatascar un proyecto maldito que ha enfrentado a los vecinos durante años. Con la premisa de que «el urbanismo tiene que estar al servicio de las personas y no a la inversa«, el Centro Social de Sants ha presentado un plan para hacer compatible la existencia de esta chapuza urbanística con el centro social autogestionado Can Vies, en el punto de mira de la piqueta porque la tercera fase del proyecto actual incluye derrocarlo para construir una rampa de acceso al cajón.

La propuesta, con el apoyo del secretariado de Sants, Hostafrancs y la Bordeta, y la Federación de Asociaciones de Vecinas y Vecinos de Barcelona (FAVB), plantea desafectar tres parcelas incluidas en el planeamiento aprobado el 20 de octubre del 2003. Según las entidades vecinales, la ejecución del plan urbanístico tal y como está diseñado «precariza» la vida de las familias afectadas y pendientes de ser expropiadas y realojadas desde hace 14 años. La iniciativa vecinal también incluye un proceso participativo para «redibujar un proyecto mejor» para los accesos al Cajón y a la estación de metro de Mercat Nou.

Las vías del tren son una herida que históricamente han separado a los barrios de Sants y la Bordeta. A pesar de que en principio parecía que la propuesta de los vecinos de soterrarlas tenía el consenso de todas las partes, las prisas por hacer llegar el AVE a Sants condujeron a desestimar la reivindicación vecinal a favor del cubrimiento de las vías. La construcción del polémico Cajón se dividió en tres fases. Las dos primeras ya se han acabado y ahora queda la urbanización del lado del barrio de la Bordeta.

PROPUESTA SENSATA

La FAVB da apoyo al plan porque considera que «la propuesta es abierta y sensata» a la vez que plantea una fórmula para desatascar definitivamente un conflicto histórico. Sin embargo, el día de la presentación de la iniciativa representantes vecinales de la Bordeta criticaron al Centro Social de Sants por haber tomado la iniciativa sin consultarles previamente. Aun así, más allá de susceptibilidades personales, la clave que explica las desavenencias hay que buscarla en el centro okupado, que unos vecinos defienden y otros rechazan. «Nuestra propuesta va más allá de Can Vies y tenemos que hacer frente común contra la ineficacia y la inoperancia«, remarca Jordi Falcó, del Centro Social de Sants, en respuesta a los reproches. 

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