El gobierno de Israel ha elevado este lunes el tono contra España, aumentando la crisis institucional entre ambos países desde que el gobierno español anunció el reconocimiento del Estado de Palestina. El ministro de Exteriores israelí, Yisrael Katz, ha señalado que “los días de la Inquisición se acabaron”, y ha formalizado la prohibición al Consulado de España en Jerusalén de prestar servicios a los palestinos.
“Estamos en el año 2024, se acabaron los días de la Inquisición. Hoy, los judíos tenemos un Estado soberano e independiente y nadie nos forzará a convertirnos de religión o amenazará nuestra existencia. A quien nos haga daño, le haremos daño”, ha manifestado Katz en un comunicado compartido en la red social X. El ministro israelí ha advertido que «no callaremos ante un gobierno que premia al terrorismo» y ha asegurado que no permitirá que “los que intentan establecer un Estado palestino del terror tengan contacto con los palestinos”.
En este sentido, como ya avanzó Katz la semana pasada, Israel prohíbe al Consulado de España «realizar actividades consulares o prestar servicios consulares a los residentes de la Autoridad Palestina», es decir, en la Cisjordania ocupada. El Consulado «está autorizado a prestar servicios consulares solo a los residentes del distrito de Jerusalén únicamente», detalla la carta que los israelíes han enviado a la embajada española en Tel Aviv.
