La manifestación con que los taxistas han protestado contra el Ayuntamiento de Barcelona este lunes tenía que ser tan lenta, para colapsar las rondas, que se ha promocionado como operación caracol (en Twitter, con la etiqueta #16EoperacionCaracol).
La marcha se ha iniciado a las 11 de la mañana en la T1 del aeropuerto de Barcelona-El Prat con el objetivo de presionar al Gobierno de Ada Colau par que atienda sus demandas. En concreto, le reclaman que actúe contra el intrusismo que sufren y que asegure el respeto por el carril de buses y taxis, entre otras promesas que aseguran que están pendientes de cumplir desde el verano.
Si el Instituto Metropolitano del Taxi (IMT) no les hace caso, los taxistas tienen previsto manifestarse -y montarla «muy gorda», según un portavoz»- durante la celebración de la próxima edición del Mobile World Congress (MWC), evento estrella de la capital catalana que tiene lugar entre el 27 de febrero y el 2 de marzo.
Los convocantes consideran que la acción de protesta de este lunes, que ha provocado kilómetros de retenciones en varias vías que conectan con Barcelona, ha sido un éxito.
