El gobierno central ha anunciado este martes que pondrá en marcha un programa Erasmus estatal para alumnos de entre 14 y 18 años, denominado programa Cervantes. A pesar de que el programa será impulsado por el Ministerio de Educación, lo ha comunicado la ministra de Sanidad, Dolors Montserrat, la única catalana que forma parte del ejecutivo de Rajoy. La ministra de Sanidad ha afirmado que «el programa Erasmus ha hecho mucho para la construcción y la cohesión europea, por lo cual consideramos que a través del programa Cervantes podremos fomentar la cohesión territorial, además de favorecer la movilidad de nuestros estudiantes». Todavía se desconoce el presupuesto que se destinará al programa Cervantes.
La portavoz del Gobierno, Neus Munté, no ha tardado en reaccionar. Munté ha recordado que las competencias en materia de Educación están transferidas a la Generalitat de Cataluña: «Yo lo que le recomendaría a la ministra es que tenga mucho cuidado con cuál es la distribución competencial en cuanto al ámbito de la enseñanza, tanto universitaria como no universitaria», y ha añadido que «en cuanto a la cohesión territorial, básicamente, primero, que se dediquen a dar cumplimiento a todas sus promesas y a todos los cantos de sirena que están lanzando en relación con el diálogo y con esta voluntad de acortar las distancias que existen entre Cataluña y España».
El secretario de Políticas Educativas, Antoni Llobet, considera que los términos que ha utilizado la ministra Montserrat, como «cohesión territorial», no son los habituales cuando se habla de intercambio de estudiantes, puesto que el conocimiento de la diversidad y sobre todo el de las lenguas, son el principal objetivo. Llobet ha calificado el programa Cervantes como un nuevo caso de «improvisación» con «voluntad homogeneizadora casi obsesiva» y ha recordado que los alumnos españoles ya pueden matricularse en cualquier comunidad autónoma. Finalmente, el secretario de Políticas Educativas se ha mostrado sorprendido de que el plan lo haya presentado la ministra de Sanidad, y no el ministro de Educación, un programa que ha calificado como otro caso «flagrante» de invasión de competencias.
