La localidad de Bàscara (Alt Empordà) no venderá el edificio de su Ayuntamiento para combatir las deudas que arrastra. En la consulta celebrada este fin de semana el resultado sólo era vinculante, según había dicho el alcalde Narciso Saurina (ERC),si ganaba el no, opción que se ha impuesto por 184 votos contra 72. La participación ha sido del 31,5% del censo, que totalizaba 857 personas.
Aunque el Gobierno municipal, pese a de las discrepancias internas, se decantaba por oponerse a la venta, el alcalde Saurina ha lamentado que la implicación de la gente en la votación haya sido tan baja.
A partir de ahora, los responsables locales se tendrán que enfocar en otras alternativas contra la deuda. Entre ellas destaca la construcción de un polígono industrial. Con la venta del edificio consistorial el Ayuntamiento calculaba que obtendría un millón y medio de euros.
La deuda del pueblo se eleva hasta un importe equivalente al 325% de su presupuesto. Según ha concretado el alcalde, incluye 1,5 de deuda con el Estado, 600.000 euros pendientes de pagar a proveedores de fuera del municipio y 150.000 que corresponden a proveedores de Bàscara, gastos de mantenimiento aparte. Por otro lado, una entidad bancaria le está reclamando 785.000 euros y el pueblo tiene un juicio pendiente en el que se le exigen 5 millones más.
El actual equipo de Gobierno responsabiliza del desbarajuste al ex alcalde convergente Lluís Lloret, que lideró el consistorio entre el 1983 y el 2015.
