El ‘príncipe’ vuelve a la Casa Grande

El regidor Jaume Collboni rescata al polémico Carlos González de Nou Barris y lo coloca en el Instituto de Cultura de Barcelona como jefe de gabinete
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El máximo responsable de comunicación durante la última época del gobierno de Jordi Hereu ha vuelto a la Casa Grande de la mano del regidor de Cultura. El socialista Jaume Collboni ha colocado a Carlos González en el Instituto de Cultura de Barcelona (ICUB) como jefe de gabinete, un cargo de nueva creación hecho a medida. El nombramiento a dedo de González, que se hizo efectivo antes de las vacaciones con total discreción, no sería noticia más allá de constatar la afición por los cargos de confianza de todos los gobiernos municipales al margen de su color político, si no fuera porque es un personaje polémico y porque asesoró a Jordi Martí en la disputa con Collboni para controlar al PSC de Barcelona y el grupo municipal.

BUENOS PADRINOS

Carlos González aterrizó en Sant Jaume proveniente del ICUB -entonces bajo control del actual gerente del Ayuntamiento- a finales del mandato de Hereu con el objetivo de intentar evitar el descalabro electoral que auguraban las encuestas y que se confirmó con la victoria de CiU del 2011. Primo de la ex regidora de Ciutat Vella Itziar González y apadrinado por Assumpta Escarp y Carles Martí, pasó de ser becario en el diario El País a cortar el bacalao en el consistorio gracias a sus contactos en el PSC. Una vez en la Casa Grande, González apostó por una política comunicativa opaca que lo llevo a ser muy criticado por los periodistas de información local y a ser bautizado malevolamente como el Príncipe de Beukelaer por sus aires de grandeza.

En paralelo, el nuevo asesor de Collboni inició una cacería de brujas entre el equipo de su predecesor en el cargo, el periodista de TVE Vicenç Sanclemente. La operación de limpieza culminó con la elaboración de una lista negra de trabajadores que González hizo a petición del jefe de prensa de Xavier Trias, Òscar Martínez, y que comportó el despido de una parte de los periodistas que trabajaban -desde hacía muchos años en algún caso- en el gabinete de prensa y en los distritos. La situación fue tan rocambolesca que incluso despidieron a una redactora que estaba de baja maternal y que no se enteró que se había quedado sin trabajo hasta que se reincorporó en su puesto de trabajo.

Con la histórica derrota del PSC se perdió la pista de Carlos González hasta que su nombre volvió a primera línea con la victoria de BComú. Las alarmas se dispararon cuando trascendió que dejaría el trabajo en Nou Barris para ser el nuevo jefe de gabinete de Ada Colau. Curiosamente fue él mismo el que levantó la liebre al confirmar su futuro cargo a los asistentes en el encuentro que Colau mantuvo con la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona (FAVB). González no sólo se vanaglorió ante los periodistas de haber trabajado para los socialistas, sino que se dedicó a comunicar a algunos trabajadores municipales que los despediría despues de que tomara posesión del cargo. La noticia provocó una movilización sin precedentes para evitar su nombramiento.

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