Los presidentes Ximo Puig y Carles Puigdemont se han reunido este lunes en el Palau de la Generalitat Valenciana, con motivo de una cumbre que tiene como principal objetivo presionar al gobierno central para que impulse «definitivamente» el corredor mediterráneo ferroviario. Los dos presidentes han asistido al acto acompañados de empresarios, representantes de grupos parlamentarios, sindicados, y otras entidades, para exigir al Estado español que «se ponga las pilas» en la construcción de esta infraestructura.
El presidente Puigdemont ha aprovechado la cumbre para volver a establecer contacto con su homólogo valenciano, y ha calificado el encuentro como una cita «histórica» después de años de «incomunicación». «No queremos desaprovechar el tren de la recuperación económica«, ha afirmado Puigdemont, y ha subrayado que «las cifras económicas evidencian el peso de la región mediterránea en el conjunto de España y de Europa, y tenemos la obligación de hacer todo lo que podamos para que nuestros ciudadanos tengan más oportunidades de ocupación y riqueza«.
En cuanto al presidente valenciano, ha declarado que el hecho «que no haya un AVE entre la segunda y tercera capital española, o que la práctica totalidad de infraestructuras entre las dos ciudades sean de peaje son problemas comunes«. Ximo Puig ha mostrado su interés en trabajar conjuntamente para combatir «el infrafinanzamiento» y la «infrainversión» del Estado que sufren ambas autonomías. En este sentido, Puigdemont se ha mostrado dispuesto a colaborar con el presidente valenciano y ha instado, junto con el presidente Puig, a que el resto de comunidades autónomas por las cuales pasa el corredor defiendan la infraestructura.
«No se puede gobernar el Estado de espaldas a los mediterráneos«, ha reclamado el presidente catalán, del mismo modo que «tampoco puede haber una Europa competitiva si uno de los motores más importantes está encallado«. Puig y Puigdemont se han puesto de acuerdo en crear un marco estable de relación institucional, de manera que cada semestre los dos territorios tendrán que repasar los intereses comunes, como el corredor de mercancías, el turismo, o el intercambio de emisiones entre las televisiones autonómicas, entre otras cuestiones.
