Las ‘trampas’ del doctor estrella Manel Esteller

Los trabajos de este investigador mediático despiertan suspicacias en determinados ámbitos científicos catalanes e internacionales
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En la vigilia de esta pasada Diada Nacional, el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, y la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, colgaron al cuello del investigador científico Manel Esteller la medalla de honor en la categoría de oro de la cámara. Este preciado galardón es la máxima distinción que otorga la institución representativa de la soberanía catalana y, al contrario de la Cruz de Sant Jordi –que se ha repartido alegremente urbi et orbi- son muy pocas las personas y las instituciones que lo han recibido. Destacan, en este sentido, los premios Nobel de la Paz Desmond Tutu y Adolfo Pérez Esquivel; el padre Miquel Batllori; Ernest Lluch, a título póstumo; el músico Jordi Savall o Pep Guardiola.

EL SUEÑO DEL PREMIO NOBEL

La entrega de esta condecoración al doctor Manel Esteller a manos de las máximas autoridades del país ha hecho arrufar la nariz a buena parte de la comunidad científica catalana, que discrepa del estilo de vedet que exhibe este médico de Sant Boi, a pesar de que todavía no ha llegado a la cincuentena. Para resumirlo gráficamente, nos dice un investigador con años de trabajo en las espaldas: «Viene a ser cómo lo Xavier Sala i Martín de la búsqueda científica. Mucho marketing, mucho ruido.., pero los resultados todavía están por ver«.

Y esto que, desde hace tiempo, corre la berrea, en los ambientes de la cúpula processista, que el médico Manel Esteller podría llegar a ser, en el futuro, el primer premio Nobel de Cataluña. Años atrás, desde la Generalitat ya se intentó, con un importante despliegue de medios, que el escritor Baltasar Porcel fuera galardonado con el Nobel de literatura.., pero en Suecia le paso por delante el novelista mallorquín adoptado por Jordi Pujol.

El doctor Manel Esteller, que tiene la virtud de ser un independentista de piedra picada que, además, dio espaldarazo público a la candidatura de Junts pel Sí en las pasadas elecciones, es la gran esperanza quadribarrada para que un catalán pueda ser galardonado, finalmente, con el premio Nobel. Esta es una de las asignaturas pendientes que tiene el catalan dream. Ya hemos coronado el Everest, el Barça ya ha ganado el Mundial de clubes… y ahora, en espera de la independencia, nos falta un premio Nobel para acabar de tocar el cielo.

Formado en la Universitat de Barcelona y con un postdoctorado en John Hopkins University de Baltimore (EE.UU.), Manel Esteller se ha especializado en la epigenética aplicada a los tratamientos contra el cáncer. La epigenética es una disciplina científica relativamente nueva que levanta no pocas suspicacias y controversias entre los especialistas.

En síntesis, esta rama de la búsqueda médica sostiene que la genética y la cadena del ADN pueden sufrir modificaciones a partir de factores ajenos, como por ejemplo los ambientales o los psicológicos. Esto explicaría por qué personas propensas a tener un cáncer no lo desarrollan y, por el contrario, otros que genéticamente estarían inmunes lo acaban sufriendo. En definitiva, la epigenética se basa en el hecho que las pautas hereditarias no son determinantes en la transmisión de enfermedades y concluye, como ya se sabe de siempre, que cada persona es un mundo

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