Cuando en 2010 volvió Convergència Democràtica a la presidencia, de la mano de Artur Mas, la Generalitat tenía una deuda de 35.616 millones de euros. Ahora, seis años después, se prevé que cerrará el ejercicio con una deuda de 76.610 millones de euros, es decir, un 115% más.
La deuda ha ido aumentando progresivamente a lo largo de estos seis años. Durante la primera legislatura convergente, la tesorería catalana cargó con 16.739 millones de euros más y durante la segunda, aumentó 19.919 millones de euros. Si bien es cierto que desde la llegada de Carles Puigdemont a la Generalitat se ha moderado el aumento progresivo de la deuda, este año se calcula que se incremente otros 4.335 millones de euros.
Los principales motivos por los cuales está constantemente aumentando la deuda es el descenso de los ingresos por la crisis económica, así como el sobreendaudamiento al cual se ha sometido la Generalitat, tanto durante la etapa del tripartito como con el Gobierno convergente. De hecho, durante el tripartito, entre el año 2003 y 2010, aumentó la deuda unos 24.678 millones de euros. Durante el Gobierno de CDC, Mas y Puigdemont han conseguido aumentar la deuda unos 40.994 millones de euros más.
Por otro lado, en cuanto al Estado, ha duplicado la deuda que posee sobre la Generalitat. Si al cierre del 2013 tenía, según datos del Banco de España, 21.725 millones de euros, a finales del 2015 poseía 43.343 millones. Esto quiere decir que el Estado español tiene un 60% de la deuda de la Generalitat. Finalmente, tenemos que tener en cuenta que no se suelen explicar con detalle las elevadas partidas presupuestarias que se destinan al pago de la deuda. Por ejemplo, este año la Generalitat dedicará 863 millones de euros al pago de la deuda, que equivale al gasto anual de todo el sistema universitario catalán.
