Las aventuras de los Pujol en Panamá

John Rosillo y Javier de la Rosa hicieron negocios con el 'clan'
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Los Panamá Papers han puesto en el ojo del huracán este país centroamericano, convertido en las últimas décadas en una cloaca de las finanzas internacionales gracias a su laxa fiscalidad para las sociedades offshore, y, en especial, por la protección que da a los verdaderos titulares del dinero, escondiéndolos detrás de una impenetrable red de ‘testaferros’ y de administradores fiduciarios. Pero este «pozo negro» ha saltado por los aires después de la filtración de los archivos del despacho Mossack Fonseca, uno de los más importantes de la city panameña, al diario alemán Süddeutsche Zeitung. Quién podrá confiar, a partir de ahora, en la discreción y la seguridad de este paraíso fiscal? Cómo podrán negar las autoridades panameñas la información que, a partir de ahora, les pidan la justicia y las agencias tributarias de otros países?

La conclusión es contundente. En espera de saber quién y porque ha «reventado» el despacho Mossack Fonseca (cui prodest?), Panamá ha quedado «quemado» como refugio internacional de dinero negro o de evasores fiscales.

EL VIAJE DE BODA
No podía ser de otra manera, conociendo el talante y las prácticas del clan Pujol. Los apellidos de la alcurnia del expresidente de la Generalitat aparecen relacionados, en varios momentos, con Panamá. Por lo que se ha averiguado hasta ahora, no llegaron a pasar por las oficinas de Mossack Fonseca, en la calle 54-Este de la capital, pero algunos de los miembros del ‘clan‘ sí que conocen perfectamente este paraíso fiscal.

El primer testigo data del año 1999 y lo dio el periodista John Lee Anderson, en un artículo publicado en la revista New Yorker. Este reportero hacía un trabajo sobre el vertiginoso desarrollo urbanístico de Panamá y coincidió en el despacho de Nicolás Barleta, presidente de la Autoridad de la Región Interoceànica, con «dos importantes hombres de negocios españoles» que estaban planeando futuras inversiones inmobiliarias en la zona del canal. Averiguó que estos «dos importantes hombres de negocios españoles» eran, en realidad, el promotor John Rosillo, prófugo de la justicia por fraude fiscal, y Josep Pujol, el hijo del entonces presidente de la Generalitat, y así lo hizo constar en el reportaje publicado en la prestigiosa revista norteamericana. El hijo del expresidente y John Rosillo se habían hecho muy amigos, hasta el punto que Josep Pujol pasó su viaje de boda en el rancho que este empresario tenía en Texas.

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