La Comisión Europea ha anunciado este martes que investiga las ayudas públicas concedidas a la empresa que explota las minas del Bages, Iberpotash, por si supusieron una ventaja selectiva sobre sus competidores. La búsqueda se centra en dos ayudas: una garantía financiera y una financiación pública de 7,9 millones. Bruselas recibió una denuncia el 2012 donde se cuestionaban cinco subvenciones.
La Comisión quiere averiguar si los 7,9 millones exigidos a Iberpotash para limpiar la montaña de residuos del Cogulló, en Sallent, son poca cantidad. Varios informes elaborados por entidades de la comarca del Bages estiman en casi 100 millones el coste de retirar los desechos que genera la explotación de las minas.
El ente europeo entiende que «las ayudas pueden haber concedido a Iberpotash una ventaja selectiva ante sus competidores, que tienen que asumir los costes de limpieza de los residuos que generan, cosa que supondría una ayuda estatal menor según la normativa de ayudas estatales de la UE».
Iberpotash, que después de la campaña judicial iniciada por entidades ecologistas, por el abogado Sebastià Estradé y por la CUP de Sallent pasó a denominarse ICL Iberia, explota las minas de potassa de Sallent y de Súria, en la comarca del Bages.
