La «patata caliente» de Raül Romeva

El flamante consejero de Asuntos Exteriores, Relaciones Institucionales y Transparencia, Raül Romeva, tiene un problema: ¿qué hacer con Núria Bassols, la comisionada para la Transparencia que le ha dejado en herencia el ex-presidente Artur Mas? Yo leo cada día el Diario Oficial de la Generalitat (DOGC) y, a estas alturas, no consta que se haya procedido a su cese.

Núria Bassols, en su etapa como magistrada del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC), hizo importantes servicios a los intereses de CiU. Ella enterró definitivamente el caso Casinos –un descomunal escándalo de financiación ilegal de CDC y de sus medios de comunicación afines-, al rechazar el recurso que había presentado José Manuel Novoa, el ex-gerente del diario pujolista El Correo Catalán que tuvo la valentía de denunciar esta martingala, vinculada a la adjudicación de las Loterías de la Generalitat. También exoneró a Ferran Falcó, ex-presidente de Adigsa, de su imputación en la trama de cobro de comisiones de hasta el 20% denunciada por el empresario Juan Antonio Salguero. Gracias a esta decisión, Ferran Falcó ha quedado «blanqueado» y acaba de ser nombrado secretario general de la consejería de Territorio y Sostenibilidad (!). Esto es como poner al lobo a vigilar los corderos…

El pasado 21 de octubre, el juez de El Vendrell que investiga el caso del 3% ordenó la detención, entre otros implicados, del empresario Josep Manel Bassols, que es el marido de la comisionada para la Transparencia. Dos empresas donde participa, Oproler y Enseñat y Roca Construcciones SL, figuran entre las donantes de las fundaciones de CDC y, a su vez, han recibido muchos contratos en los últimos años de las administraciones gobernadas por CDC por un importe que se acerca a los 20 millones de euros.

A raíz de la imputación de Josep Manel Bassols, todos los grupos parlamentarios de la oposición se apresuraron a pedir la dimisión fulminante de Núria Bassols. También la secretaria general de ERC, Marta Rovira, señaló que la comisionada para la Transparencia «no es la persona más idónea» para ocupar este cargo. El tema es muy grave porque ERC, para preservar Junts x Sí y el proceso secesionista, ha hecho el avestruz ante los casos de corrupción que afectan a sus socios electorales… excepto en esta ocasión. ¡¡¡Y es que en Bruselas, La Haya o Copenhague resultaría inverosímil que la responsable gubernamental de combatir la corrupción tenga a su marido imputado por un affaire de corrupción!!!

Pero el lío todavía es mayor. Josep Manel Bassols es amigo y persona de la máxima confianza del nuevo presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, que le encargó la dirección de la campaña electoral que en 2011 lo convirtió en el alcalde de Girona. Ex-alcalde de Anglès y miembro destacado del lobby gerundense de CDC, Josep Manel Bassols es una pieza clave en la financiación del partido. Su vinculación personal y política con Carles Puigdemont le da, además, una potente relevancia.

¿Cesar o no cesar a Núria Bassols como comisionada para la Transparencia, sabiendo que esto provoca un conflicto de intereses con el nuevo presidente de la Generalitat? Esta es la «patata caliente» que tiene el súper-ético y súper-impoluto consejero Raül Romeva entre las manos y que no puede tardar en resolver. Tic-tac, tic-tac…

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