Este domingo, 3 de enero, es el ‘día De de Artur Mas en la undécima legislatura del Parlamento de Catalunya: el Consejo Político y el Grupo de Acción Parlamentaria de la CUP decidirán entonces si facilitan o no la investidura del presidente de la Generalitat en funciones.
Después del empate a 1.515 votos en la asamblea de Sabadell, el Secretariado Nacional de la formación independentista ha planteado dos opciones: facilitar que Mas retenga la presidencia con dos votos favorables y ocho abstenciones por parte de los diputados cupaires en el Parlamento catalán o bien tumbar nuevamente su investidura con diez abstenciones, lo que comportará la convocatoria de unas nuevas elecciones que tendrán lugar en marzo.
«Deber de de decidir»
A cuatro días de esta jornada clave, el presidente Mas ha utilidad el mensaje de fin de año para añadir presión a la CUP: ha recordado que «queda poco tiempo y poco margen» y ha indicado que la complejidad del escenario político catalán «obliga a dialogar y a pactar». En ese sentido, se ha referido al «deber de decidir», una responsabilidad que considera «insoslayable» que, según ha apuntado, tiene la CUP, formación que no ha citado de manera explícita. «Que no sea fácil no nos libera, a ninguno de nosotros, de nuestro deber de decidir», ha expresado.
Monge pliega
Por otro lado, al día siguiente de haber calificado el ‘proceso’ como «el mayor fraude de la política catalana», Xavier Monge ha dimitido como miembro del Secretariado Nacional de la CUP. Su lugar lo ocupará Ferran Carbonell, también contrario a la investidura de Artur Mas.
