Es vox populi entre los periodistas que siguen la actualidad del gobierno de la Generalitat que Quico Homs ha explicado algunas veces los contenidos de las reuniones de los Consejos Ejecutivos a La Vanguardia. Por este motivo, causa sorpresa entre los informadores que, precisamente, sea Quico Homs quién pida públicamente al presidente Artur Mas que «saque» del gobierno al consejero, en el supuesto de que descubran quién es, que ha filtrado las deliberaciones del Consejo Ejecutivo de la semana pasada, en el cual seis de sus miembros discreparon de la resolución independentista pactada entre Junts pel Sí y la CUP.
Tal como publicó María Dolores García a La Vanguardia, los consejeros Andreu Mas-Colell, Felip Puig, Jordi Jané, Santi Vila, Irene Rigau y Germà Gordó expusieron dudas sobre la resolución, tantas dudas que, al final, el presidente Mas los dijo: «Entonces, que me estáis pidiendo?, que convoque elecciones?». Nadie ha desmentido esta información, sino todo lo contrario: Artur Mas, Neus Munté y Quico Homs han reconocido públicamente la existencia de discrepancias.
En declaraciones a Catalunya Ràdio, Quico Homs dijo que había preguntado uno por uno a los miembros del Consejo Ejecutivo quién había filtrado la información a La Vanguardia y que todos le dijeron que no habían sido ellos. «Hay que tener en cuenta que si se descubriera quién ha sido el que ha explicado el contenido del Consejo Ejecutivo, tendría que ser destituido inmediatamente porque la ley establece que uno de los compromisos que prometen los consejeros es preservar las deliberaciones del Gobierno, que tienen que ser secretas», añadió el consejero de Presidencia y virtual candidato a encabezar la lista de Convergència a las próximas elecciones generales.
Una reunión del Consejo Ejecutivo que se convocó en secreto un sábado del mes de marzo de 2013 al Palacio de Pedralbes también se filtró a La Vanguardia, que el día siguiente no sólo publicó el contenido sino también las fotografías. Sentados a la mesa, estaban todos los consejeros con una única excepción, la de Quico Homs, que algunos periodistas malpensats sospechan que era quién disparó la cámara fotográfica y, por lo tanto, hizo las imágenes que salieron a las páginas del rotativo del Conde de Godó. Entonces, ningún consejero pidió que se investigara la filtración. En cambio, ahora, Homs pregunta un por uno a los consejeros. Por qué se lo toma tan a la tremenda?
Según se explica en los círculos del Palau de la Generalitat, una cosa es explicar que se ha tratado en una reunión y, otra, filtrar las discrepancias entre consejeros y con citas textuales. Para evitar que esto vuelva a pasar, se ha advertido a los consejeros que guarden silencio.
En realidad, esta vez las sospechas no se dirigen a Homs sino hacia el consejero más septentrional.
