Unas 300 personas han respondido este martes la convocatoria de los trabajadores de la empresa química Inovyn Solvay y han marchado desde la sede de la multinacional en Martorell hasta el ayuntamiento del municipio para protestar contra la política de «revisiones urgentes» anunciada por la dirección.
La acción es una medida de protesta organizada por el comité de empresa, que recela del silencio tanto de los responsables de la multinacional como del ministerio de Industria. La plantilla sí que ha recibido el apoyo de varios dirigentes de JxS, CSQP, PSC y CUP.
El comité exige a la empresa química que tome las medidas necesarias para garantizar todos los puestos de trabajo, que cuelgan de un hilo desde el anuncio de Industria de excluir por «cuestiones técnicas» a Inovyn Solvay de la subasta para el abastecimiento de energía de Red Eléctrica para grandes empresas.
Este hecho ha supuesto la pérdida de las bonificaciones para la empresa, de unos 50 millones de euros, que hacen peligrar su funcionamiento. Un hipotético cierre supondría la pérdida de 336 puestos de trabajo directos y de unos 2.000 indirectas.
