Entidades sociales de Barcelona como los Iaioflautes y Stop Subidas Transporte Público se han solidarizado este miércoles con la jornada de reivindicación feminista ‘Huelga de todas’. A las 18h, una hora antes de que empezara la manifestación convocada en plaza Cataluña, los activistas han abierto las puertas de las estaciones de metro del Hospital Clínico, Lluc Major y Arco de Triunfo para facilitar el transporte tanto a los usuarios que quisieran asistir a la convocatoria como a los que no. Hacía casi medio año que habían dejado de hacer esta acción.
El acto de Stop Subidas e Iaioflautes, entre otras entidades, que se enmarcaba en la jornada de reivindicación feminista ‘Huelga de todas’, pretende concienciar a ciudadanía e instituciones que los aumentos tarifarios del transporte repercuten sobre todo en las mujeres, que son las usuarias más frecuentes. Lo utilizan un 25% más que los hombres.
‘Huelga de todas’ ha iniciado la jornada reivindicativa con un corte de tránsito durante unos minutos en Diagonal, Meridiana, la Gran Vía y el Paralelo. A mediodía, los integrantes de la marcha han ocupado la sede del Círculo de Economía para condenar las declaraciones de la presidenta del círculo de Empresarios, Mónica Oriol, sobre el «problema» que supone para las compañías que las trabajadoras «de entre 24 y 45 años se queden embarazadas».
Una hora antes de la manifestación, los activistas han mantenido abiertas durante diez minutos las puertas de acceso a las vías del metro para que la gente entrara sin validar el billete. Stop Subidas y Iaioflautes repitieron esta acción durante tres meses, hasta que el abril pasado consiguieron crear una Mesa del Transporte Público para revisar tarifas y tarjetas. «Sólo ha servido para marearnos, pero no ha habido ninguna mejora», lamentaba uno de los activistas.
Las puertas del metro del Hospital Clínico se han mantenido abiertas unos diez minutos, sin que se produjera ningún incidente. «Ya los conocemos y son pacíficos. Tenemos órdenes de no llamar a los cuerpos de seguridad porque no crean problemas. Simplemente, esperamos a que se marchen», decía uno de los vigilantes de seguridad del vestíbulo.
