Casi había más furgonetas de los antidisturbios, 23, que manifestantes convocados por Alianza Nacional, unos cuarenta, en la marcha fascista de esta Diada de Catalunya en el barrio del Raval de Barcelona. Paralelamente, unos 400 antifascistas se han concentrado en la plaza Aurèlia Capmany, en lo alto de la Rambla del Raval, para rechazar el acto que se ha celebrado unos metros más allá. El dispositivo policial ha mantenido separadas en todo momento las dos marchas.
Cuando el grupo fascista, rodeado en todo momento de policías y de periodistas, ha llegado al monumento de Colón, el líder de Alianza Nacional, Pedro Pablo Peña, ha comentado a los medios de comunicación, que pretenden «reventar» el 9-N si es que se acaba celebrando. «Si el Gobierno, que es quien tiene que mirar porque se cumplan las normas, no toma medidas, organizaremos grupos», ha amenazado.
Los cuarenta fascistas, entre las banderas de AN y de España había un par de preconstitucionales, han marchado de la Rambla del Raval a la estatua de Colón sin incidentes y con cánticos a favor de la Guardia Civil y de una España «grande y libre». Entre los manifestantes también había el miembro de Falange que irrumpió en el acto de Blanquerna celebrado la Diada pasada en Madrid, Manuel Andrino. Tanto él como Peña están pendientes de juicio.
