La comisión extraordinaria monográfica sobre desahucios en el Ayuntamiento de Barcelona ha puesto de manifiesto este martes la soledad del Gobierno municipal de Xavier Trias y ha expuesto la falta de resultados en materia de vivienda. La capital catalana no dispone de un censo de pisos vacíos de las entidades bancarias -imprescindible para multarlas, si no les dan uso social, como preveía una moción aprobada en enero-, y su Ayuntamiento sólo ha conseguido 12 pisos de los bancos para destinarlos a alquiler social, ninguno de ellos durante los últimos seis meses. Catalunya Banc, recientemente adquirida por el BBVA, llegó a entregar 55 pisos, pero sólo tres se pudieron aprovechar. Según la PAH, el resto estaban en mal estado, ya tenían ocupantes o carecían de cédula de habitabilidad.
Datos como estos han disparado las críticas de los partidos de la oposición, así como de representantes de la PAH y de la plataforma 500×20 (que promueve el alquiler público y asequible). Reprochan a Trias y a su equipo de gobierno que no se haya multado todavía a ningún banco. Entidades y oposición, además, coinciden en la falta de concreción de los acuerdos logrados anteriormente.
Indignación
Una intervención del teniente de alcalde de Hábitat Urbano, Antoni Vives, ha indignado a la activista de la PAH Mercè Pidemont, presente en la comisión. Vives ha asegurado que Barcelona es la única ciudad europea donde todos los habitantes tienen el derecho a un techo garantizado. Para Pidemont constituyen «un insulto» las declaraciones de Vives y es urgente que el Ayuntamiento empiece a multar a los bancos por tener pisos vacíos, como se aprobó hace seis meses. El mismo teniente de alcalde admitió que Barcelona «va justa» de pisos para casos de emergencia de familias en situación precaria. También dijo que el gran problema no tiene que ver con la banca, sino con la relación entre inquilinos y propietarios.
