La primera de las cinco jornadas de huelga programadas por los trabajadores de las centrales nucleares de Ascó (Ribera d’Ebre) y Vandellós (Baix Camp) ha empezado la madrugada de este viernes y se alargará hasta la medianoche del próximo lunes, 19 de mayo. Se trata de una protesta contra el grup Enel, gestor de la Asociación Nuclear Ascó-Vandellós (ANAV), para desbloquear la negociación del convenio colectivo y lograr garantías del mantenimiento de los puestos de trabajo.
Según los trabajadores, la empresa ha mantenido una actitud inmovilista y, mediante el rejuvenecimiento de plantillas llevado a cabo con una política de contrataciones low-cost, está empobreciendo el nivel de conocimiento. Todo ello, denuncian, genera inestabilidad y precariedad laboral, y arriesga la explotación segura y respetuosa con el medio ambiente de las centrales.
Los servicios mínimos de la discordia
Los representantes de los trabajadores han comunicado este viernes por la mañana que la huelga está siendo un éxito (estiman un 95% de seguimiento), a pesar de que consideran que los servicios mínimos, establecidos por el Ministerio de Industria, Energía y Turismo, son abusivos. Industria determina que el servicio mínimo tiene que constar de 230 personas, además de los refuerzos, en el grupo parado, mientras que en la huelga del 12 de noviembre de 2012 hubo sólo 35 efectivos más refuerzos, según CCOO. Además, el ministerio no ha permitido reducir la potencia para así asegurar el suministro, argumento considerado ridículo por CCOO, que señala que sacar 1.000 MW de la producción no desestabiliza el sistema, pero repercute en los beneficios empresariales.
Están previstas cuatro huelgas más durante las próximas semanas: del 23 al 26 de mayo, del 30 de mayo al 2 de junio, del 6 al 9 de junio y del 13 al 16 de junio.
