El informe La causa sobre Qatar, divulgado este domingo por la Confederación Sindical Internacional (CSI), la organización sindical más importante del mundo, expone las pésimas condiciones laborales y de alojamiento que sufren los obreros que construyen los estadios de la Copa del Mundo de fútbol de 2022, así como la falta de respeto a los derechos humanos en el emirato.
Según la CSI, en las obras del estadio Al Wakrah llegan a convivir más de 10 trabajadores en una misma habitación, las condiciones para cocinar son antihigiénicas e inseguras, carece de espacio personal para cada uno y algunos obreros viven en habitaciones improvisadas en las gradas y duermen en colchones tirados en el suelo. Pese a ello, los inspectores locales de obras que visitaron el estadio han valorado que las condiciones laborales son satisfactorias, denuncia la CSI.
En el mes de febrero pasado, Amnistía Internacional evaluó como «un buen punto de partida» la nueva normativa aprobada por Catar para evitar algunos de los peores abusos laborales en las obras del Mundial, pero esta ONG y la CSI consideran insuficiente su alcance. En el horizonte, una funesta previsión: varias ONG y organizaciones sindicales calculan la muerte de 4.000 trabajadores en la construcción de las obras necesarias para disputar, de aquí a ocho años, la Copa del Mundo.
La FIFA tendrá que discutir en su próximo Comité Ejecutivo, a partir del 20 de marzo, cuestiones y demandas pendientes sobre Catar, como por ejemplo la extensión de las mejoras en los derechos laborales a todos los trabajadores inmigrados ahora sometidos a los abusos derivados del sistema de patrocinios (kafala), entre ellos la libertad sindical, y un sistema de supervisión y sanción garantista.