Amenaza de prisión para los dueños de Damm

Anticorrupción pide 14 años de prisión por fraude fiscal para Demetrio Carceller, presidente de la cervecera catalana, Pescanova y la petrolera Disa, y 48 para su padre y predecesor de una poderosa dinastía
Damm
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El peso de la Justicia amenaza a la familia Carceller, una de las dinastías más poderosas de la historia de Cataluña y España durante el último siglo. La Fiscalía Anticorrupción ha presentado un escrito de acusación ante la Audiencia Nacional donde pide 14 años de prisión para Demetrio Carceller Coll, actual presidente de la cervecera Damm, Pescanova y la petrolera Disa y con cargos en los elitistas consejos de Repsol, Gas Natural, Sacyr y CLH, por delitos contra la Hacienda pública y blanqueo de capitales. Igualmente, el fiscal solicita una pena de 48 años para su padre y predecesor en la presidencia de Damm, Demetrio Carceller Arce.

 

La decisión de la Fiscalía se basa en el auto del juez Pablo Ruz, que investiga una trama fiscal que habría permitido a la familia Carceller defraudar presuntamente 72 millones de euros a Hacienda entre 2001 y 2009, 42,3 en concepto de IRPF y 29,7 correspondientes al Impuesto de Patrimonio. Ruz considera que el ex presidente de Damm habría simulado durante más de 15 años residir en Portugal, donde la legislación sobre patrimonio es más permisiva, con el objetivo de ocultar rentas y propiedades a Hacienda. Además de padre e hijo, en el caso también están imputados José Luis Serrano Flórez, hombre de confianza de Carceller Coll, y su abogado Gabriel Petrus.

 

Demetrio Carceller Arce, el actual presidente de Damm, es el tercer eslabón de una dinastía que inició su abuelo en el primer cuarto del siglo XX y que se convirtió en un imperio durante la dictadura franquista. Nacido en la provincia de Teruel, Demetrio Carceller Segura, Demetrio I, se trasladó de joven a Terrassa, donde destacó como ingeniero textil, antes de vincularse a los negocios petroleros mediante su participación en la creación de Campsa y Cepsa. Admirador de la Alemania nazi y amigo personal de José Antonio Primo de Rivera, a quién ayudó a fundar Falange en 1933, Franco lo hizo ministro de Comercio e Industria después de la Guerra, cargo que ocupó hasta 1945.

 

Durante los años de autarquía franquista, en los que impulsó la creación del Instituto Nacional de Industria, Demetrio I cimentó una fortuna gracias a su control absoluto sobre todas las actividades industriales, comerciales y financieras que se realizaban en la España del dictador. Su heredero Demetrio Carceller Coll, Demetrio II, que con 88 años se enfrenta ahora a una posible pena de 48 años de prisión, cogió el relevo de su padre durante la segunda mitad del franquismo, en los que consolidó la actividad de la familia en el negocio petrolero y la diversificó hacia otros sectores, como el eléctrico, el financiero o el alimentario. Es precisamente en esta época cuando la familia Carceller adquirió la cervecera catalana Damm.

 

Ahora, Demetrio III, de 51 años, último representante de una poderosa dinastía construida sobre los privilegios de los altos funcionarios del régimen franquista, se enfrenta a la posible pena de 14 años de prisión que pide el juez Ruz, que solicita además el pago de multas por un total de 117,8 millones de euros por el que puede ser uno de los más grandes escándalos fiscales de nuestra historia.

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