Los promotores de Barcelona World saben a quién se dirigen. El mundo ha cambiado los últimos años, en los que el epicentro económico se ha trasladado hacia el continente asiático, con China como principal potencia emergente. Un país de 1.400 millones de personas en el que una pequeña parte de la población ha conseguido hacer fortuna en los negocios. Pero un mínimo porcentaje de chinos son muchos millones de personas. Tantas que, cómo ha explicado este lunes el presidente de Barcelona World y consejero delegado de Veremonte, Xavier Adserà, se prevé que en el 2020 cien millones de chinos ricos salgan de su país con destino a Europa. Y el juego forma parte de sus prioridades turísticas y de ocio.
Los macroproyectos Barcelona World y Eurovegas quieren aprovechar la débil situación económica en Cataluña y España para presionar a los gobiernos y obtener ventajas fiscales y legales que les permitan crear un tipo de destino turístico sin precedentes en Europa. Grandes resorts, casinos, congresos, tiendas de lujo… Todo a menos de cinco horas de avión de un mercado potencial de 700 millones de personas, cómo ha destacado el promotor en una conferencia en Esade.
El macrocomplejo de juego y ocio se empezará a construir el primer semestre del 2014 y las previsiones auguran su inauguración para el verano del 2016. Antes, el Parlament tendrá que ratificar el proyecto de ley hecho a su medida, aprobado por el Gobierno en julio, que prevé una rebaja fiscal del 55% al 10% para todos los casinos de Cataunya, los que ya existen y los que se construirán en Salou y Vila-seca.
El proyecto está en marcha, pero hay un factor que lo podría alterar, y está vinculado al proceso soberanista de Catalunya. La independencia de Catalunya de España no supone un problema para los inversores asiáticos, pero si esto implica, cómo ha advertido esta semana la Comisión Europea, la salida de la Unión Europea, el proyecto se podría ver frenado de golpe. La pertenencia a la UE, cómo ha explicado Adserà, es una «línea roja» que no se puede cruzar por cuestiones de «moneda y seguridad jurídica». Una buena noticia, seguro, para los independentistas que se oponen a Barcelona World.
