El Banco Santander ha vuelto a contratar al exministro Rodrigo Rato como asesor internacional del grupo, que preside Emilio Botín. El expresidente de Bankia está imputado por varios delitos, entre ellos los de estafa y apropiación indebida a raíz de la quiebra de la entidad, nacionalizada en mayo del 2012 al recibir una inyección de dinero público de más de 22.000 millones de euros.
La imputación de Rato no ha impedido que las grandes empresas españolas hayan decidido contar con su apoyo y contactos en el mundo de las finanzas. Antes de ser repatriado por el Santander, César Alierta ya lo incorporó al consejo de asesores de Telefónica para los mercados europeo y latinoamericano. No obstante, quién fue ministro de Economía bajo la presidencia de José María Aznar fue durante años uno de los pesos pesados del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Rato ya trabajó como asesor de Botín entre el 2008 y el 2010, antes de asumir la presidencia de Caja Madrid, que más tarde se convertiría en Bankia. En aquella época, el referente económico de la España de Aznar también fue fichado por La Caixa como consejero externo del holding Critèria.
Según ha informado el Banco Santander, la función de Rato será colaborar con la entidad financiera en la puesta en marcha de una estrategia global mediante la aportación de ideas y sugerencias. Cobrará unos 200.000 euros el año.
