El Síndic de Greuges, Rafael Ribó, ha comparecido este martes en la Comisión de estudio de los modelos de seguridad que investiga el uso de las balas de goma, donde ha pedido «perdón» como institución por haber tardado en reaccionar para defender a los heridos por esta arma que «provoca daños irreparables». «Llegamos tarde, pero estamos a tiempo de actuar«, ha añadido.
Ribó ha defendido que «la supresión definitiva de las balas de goma no tiene porque cambiar el modelo de seguridad de orden público de distancia». El diputado del PP Pere Calbó le ha rebatido asegurando que los informes técnicos no lo consideran viable, pero el Síndic ha insistido en que se pueden usar otras armas. «Somos consciente que cualquier instrumento puede causar lesiones, pero también somos conocedores de que las pelotas de goma son especialmente lesivas, mucho más que otros instrumentos», ha declarado.
La policía no puede resolver los problemas sociales, según el Síndic, pero tiene que continuar trabajando con un modelo de diálogo y mediación antes de actuar, cómo ha defendido que se hace hasta ahora.
«A mí me hirieron con una bala de goma»
El Síndic ha explicado como anécdota que él también sintió el impacto de una bala de goma, en la histórica manifestación pro amnistia del 1 de febrero de 1976, en el Paseo de San Juan de Barcelona, donde se encontraba con otros importantes personajes de la época, como Joan Reventós o Miguel Núñez. Cuando la policía empezó a cargar, los manifestantes, cerca de 35.000 personas, se sentaron en el suelo, y es entonces cuando una pelota le impactó en la pierna.
